Capítulo 6
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La última mentira
O: Fernando perdiste la cordura ¿o que? ¿Como se te
ocurre semejante locura?
F: Ay Omar, y ¿que pretendes? ¿Que me case con Marcia
y mande al diablo mi historia con Lety?
O: ¡Pues asì debe de ser!
F: ¿Y quien lo dice Omar? ¿Tu? ¿Mis papas? ¿Yo no
cuento en esa historia que està en tu cabeza? ¡Lo que siento por Lety es más
grande de qualquier otra cosa que he sentido en mi vida Carvajal! Ella es una
mujer especial; me ama y cada vez que la beso, su cuerpo me lo confirma. ¡Estoy
seguro que ella haria qualquier cosa por mi! No bueno, ¡Ya hizo todo por mi! ¡Hasta
maquillar el balance por segunda vez! Si no hubiera estado por Lety, ¿Sabes
donde nos ibanos a encontrar mañana? ¡En un pantheon!
O: Bueno tengo que reconocer que Lety se ha jugado
todo para ti ¡pero eso no significa que tu tienes que echar todo al diablo por
tu sentido de culpa!
F: Omar, ¿de veras no entiendes? Yo no lo hago por
ningun sentido de culpa ni para agradecer a Lety... ¡Lo hago porque la AMO!
O: ¿Y no te has quedado ni un solo instante a pensar a
lo que pasaría después de tu “grande debuto” como amante de Lety? ¡Marcia la
odia! ¡Ariel la aborresse! Y no creo que tus papas serían tan felizes de que tu
cambie a Marcia por Leticia...
F: ¿Y eso a mi que me importa?
O: ¡Pues deberías! Porque no creo que después de haber
dicho a Marcia que amas a Lety y que era la misma tu amante, ella sea dispuesta
a darte su apoyo. Es más... Estoy seguro que te va a armar un escandalo y, después
de haberla despedida, ella misma te pedirá que se divida la empreza. ¿O a poco
crees que tenga ganas de seguir trabajando contingo, mejor, que tenga ganas de
mirarte en la cara, después semejante confesión?
Fernando se quedaba callado. En realidad no había
pensado a esa posibilidad y ahora estaba más confundido que nunca...
Fernando, en sí: ¿Que hago? ¿Que hago? ¡No puedo
rompir mi compromiso con Marcia y ariesgar que todo lo que hicimos por salvar
Conceptos se tire a la basura! ¡Pero tampoco puedo seguir con ella haciendo
sufrir a mi Lety! Ay Dios, ¿Porque me pones esa prueba? ¡Ayudame por favor!
Omar, viendo que Fernando estaba distraído, lo llevò a
la realidad..
O: ¿Y Tomás Mora?
F: ¿Que tiene que ver el cretino ese en todo esto?
O: ¿No fuiste tu él que me dije que ultimamente, él estaba
actuando como muy cariñoso con tu gargolita? ¡Hasta me dijiste que la otra
noche los seguiste y tu mismo los viste besandose!
Fernando, en preda al celo: ¡En el cachete Omar! Y además,
no creo que Lety sienta algo por él. Ella sigue enamorada de mi y anoche me lo
demostrò...
Mientras tanto Lety estaba llorando desesperada en su
oficina...
L: ¡Lo sabia! ¡Sabia que no pudiera ser verdad lo que
me dijo anoche! A ver... ¿Poruqe él se mururia por hacer el amor conmigo cuando
tiene a Doña Marcia? Es con ella que desea hacer el amor, no conmigo. El en
fondo lo sabía... sabía que él nunca sintiò nada cuando estaba conmigo. El echo
de haberme entragado a él con amor, no significa que él tambien lo hizo... es más;
¡él nunca me amò! ¡Ay soy una tonta! ¿Como pude pensar, aunque solo por un
instante, que él la iba a dejar por mi? ¡Eso jamás pasaría! Pero anoche... ¡él parecía
tan sincero! Sus ojos parecían llenos de amor... ¡por eso me equivoquè! ¡Juro
que jamás le voy a creer! ¡Este fue el ultimo afronto que Don Fernando me hizo!
¡La ultima vez que jugò con mis sentimentos!
En ese momento, la puerta de presidencia se abriò ...
M: ¿Mi amooor?
A Lety solo le faltava pelearse con Doña Marcia... por
eso no le contestò.
Marcia abrì la puerta de la oficina de Lety.
M: ¿Ha visto a mi novio?
Lety sentì un escalofrío y muy fria le contetò: Creo
que està en la oficina de Don Omar.
M: Bueno y usted ¿Que hace? Porque me imajino que ya
tendrà listo el balance
¿verdad?
L: solo me hace falta sacar fotocopias del proprio y agregar
un papel...
Marcia, en tono socarrón: Casi nada ¿verdad? Y digame,
licenciada, ¿A que hora piensa entragar ese material?
L: En diez minutos lo tengo listo
M: Ah en diez minutos... ¿Usted sabe a que hora era la
junta? ¡A las once! ¿Y sabe que horas son? ¡Pues las once!
Lety se enojò
L: ¡En diez minutos tengo todo listo!
M: ¡No mejor digame de una vez para que yo le informe
a los accionistas que se pueden ir porque la licenciada Padilla no està lista! ¿Cuando
està bien que regresen? ¿Mañana o en dos semanas?
Lety, aun muy enojada, le gritò: ¡¡En diez minutos
tengo todo listo!!
M: ¡Usted a mi no me habla en ese tono, estúpida! ¡No
soy de humor para aguantar a su arogancia!
L: ¡Ni yo para aguantar la suya, señora!
M: ¡Bueno ya vi que nos no soportemos! ¡Asì que
alguien tiene que irse!
L: No se preocupe señora; después de la junta ¡no va a
volver a verme nunca nas!
M: ¡Ojalá sea en serio Leticia! ¡Ojalá tenga dignidad
para cumplir con lo que me dijo! Y si se atreve a decir delante de la junta que
yo la estoy presionando o a
ponerme otra vez contra de Fernando, la que la vas
a despedir a patadas ¡voy a ser
yo!
En ese momento, Fernando apariciò tras de Marcia
F: ¿Que pasa aqui? ¿Marcia porque grites?
M: Bueno ahora resulta que la culpa es mia ¿verdad?
F: Por favor Marcia, ¿Cual culpa? ¡Yo no más te estoy
preguntando porque le grites a Lety!
M: Perdón, ¡se me olvidaba que a tu asistente solo tu
le puedes gritar! O que, ¿Tampoco tu le grites desde que sacó las uñas?
F: ¿Que quieres decir con eso Marcia?
M: Pues resulta que la señorita aún no tiene listo el
balance; yo la reganè por eso y ella se puso a gritar conmigo.
Fernando mirò Lety fijo en los ojos y gritò a Marcia
que se fuera y que el hubiera resuelto el asunto.
Marcia saliò de la oficina dando una mirada de rebeldia
a Lety
F: ¡Lety que es eso que el balance aún no està listo
si anoche lo estaba!
L: Es que se me olvidè ponerle unos datos... En diez
minutos, le aseguro que va a ser listo Don Fernando.
F: Està bien. ¡Pero apurese que mis papas ya llegaron!
Antes de salir, Fernando mirò Lety, se le acercò y le
puse las manos en la mejillas.
F: Y no se olvide que después de la junta tenemos que
hablar.
Fernando le diò un besito sobre la mejilla derecha.
L: Si Don Fernando
Quedada sola, Lety pensò entre ella: ¡Otra vez! ¡El
desgraciado no tiene cara! ¿Como puede seguir con este juego tan sucio después lo
que le dijo a Don Omar? Le dije que tenía listo el balance; no era necesario
este gesto de cariño que quién sabe cuanto le costò...
Ese gesto, había sido la gota que colmó el vaso. Lety
estaba segura más que nunca que él no merecía ser salvado.
En ese instante, Lety tomò una decisión....
Sigue...
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