Capítulo 3
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Una noche de amor
Fernando quitó el saco a Lety y siguió acariciandole
la espalda. Cada caricia era seguida de un beso: en el cuello, en las orejas...
Lety estaba completamente perdída en los brazos de Don
Fernando. Cada beso que él le propiciaba, le procuraba un estremecimiento de placer.
En ese momento odiaba a sí misma por caer otra vez en su trampa pero, al mismo
tiempo, no podía dejar de disfrutar cada gesto de amor que provenía de él. De
repente, Fernando se paró y la miró fijo en los ojos..
F: ¡La amo Lety! ¡La amo más que a mi vida y me muero
por besarla en la boca!
Lety no sabía que hacer; intentó rechazarse pero
Fernando la agarró dulcemente por la cabeza, la acercó a su cara y la besó profundamente.
Después de ese beso, Fernando le pidió que subieran a primer piso, en la recámara,
porque moría del deseo de hacer el amor con ella. Lety, en el pleno de el éxtasis,
se dejó convencer a pasar la noche con él. En el fondo sabía que esa hubiera
sido la última vez que podía besarlo, acariciarlo y sentirlo suyo...
Cuando empezaron a subir los primeros escalones, el
celular de Fernando sonó; obviamente era Marcia. Él no quería contestar pero
Lety lo suplicó que lo hiciera; lo último que ella quería, era que Doña Marcia
le armara un pleito por su culpa.
Fernando, muy enojado: ¿¡Qué demonio quieres Marcia!?
¡Lety no podía creer en sus orejas!
M: ¡Ay perdón, mi amor! Solo quería pedirte si ya
estabas en tu casa ya que te fuiste sin despedirte de nadie...
F: Si, acá estoy.
M: Bueno y ¿Estás solo o....?
F: ¡Claro Marcia! ¡Claro que estoy solo! ¿Con quién querías
encontrarme?
M: Pues, con ninguno, de veras... ¿Qué te parece si
ven por mi en mi departamento? ¡Tengo ganas de ti, mi vida!
Lety oyó todo y se escapó afuera.
Fernando, siguiendo la llamada y sin darse cuenta de que
Lety había salido: No Marcia, estoy muy cansado y además, mañana tenemos la
junta de comitè; tengo que denscansar.
M: Está bien mi amor, nos vemos mañana en Conceptos
entonces.
Fernando colgó la llamada y se dio cuenta que Lety ya
no estaba detrás de él así que corrió afuera y llegó justo a tiempo para verla
salir en un taxi y alejarse de su casa. Fernando maldició a Marcia y a sí mismo
por no haber apagado el celular.
F: ¡Maldita seas Marcia! ¡Ya no te aguanto más! ¡Afortunadamente,
a partir de mañana, no tengo que soportarte más!
En ese momento le ocurrió una idea..
F: Voy a reconquistar a Lety; necesito que vuelva a
ser la misma de antes y no por el dichoso balance, ¡si no por mi!
Lety, mientras tanto, había llegado a su casa. Ya
estaban todos dormidos así que se subió
a su cuarto, se puso la pijama y actualizó su diario.
Diario: Hoy
estuvimos a punto de hacer el amor... Él mismo me llevó a su casa porque dizque
quería, bueno no que quería, ¡que se moría por estar conmigo! Incluso me confesó
que, desde que estuvo conmigo la primera vez, no ha vuelto a tocar a ninguna
otra mujer. La verdad, me gustaría creerlo pero sè que eso no es verdad. Él siempre
llega a lado de Doña Marcia y no creo que solo duermen juntos... Además leí con
mis propios ojos lo que Don Omar escribió en esa dichosa carta: quando él hacía
el amor conmigo, lo hacía con disgusto.. Es más, estoy segura que se bañó
de inmediato para limpiar su cuerpo del contacto con el mío, mientras que yo me
pierdo en la sensación de sus caricias, sin podermelo quitar de la piel... Yo
me pierdo con su olor, con su aliento, con el sabor de sus besos... Sé que todavía
estoy muy débil pero ¡juro que esta fue la última vez que yo y Don Fernando nos
besamos! A partir de mañana, va a empezar una nueva vida para mi...
Terminado de escribir, Lety se tiró en la cama, ganada
por el cansancio.
Había pasado justo una hora desde que Lety se había
dormido cuando de pronto fue despertada de un ruido muy raro.. El ruido venía
de la planta baja así que Lety pensó que de seguro eran sus papás. Luego, pero,
sentió alguien llamarla por su nombre de pila...
Voz: ¡Leticia! ¿Leticia está usted allí?
L: ¿Quien va allí?
Voz: Lety soy yo, ¡Fernando!
A Lety le dio un
susto.
L: Don Fernando pero ¿Qué hace aquí y a esta hora? Y
sobretodo, ¿Cómo hizo para entrar en mi casa?
F: Alguien dejó la puerta abierta entonces entrè.
L: ¿Y usted siempre acostumbra hacer así? Digo, ¿Ve
una puerta abierta y simplemente se introduce?
F: Ay Lety, ¡Que chistosa que es usted!
Fernando se chocó con la mesa y probocó mucho ruido.
L: Ay Don Fernando ¿Por qué tiene que hacer tanto
ruido? ¡Se van a despertar mis papás! Por favor vayase y mañana nos vemos en la
oficina
F: ¡Es que no puedo!
L: ¿Y eso por qué?
F: ¡Porque tengo que decirle algo muy urgente! ¿Me
puedo subir?
Lety estaba confundida.. ¿Que hacía Don Fernando
en su casa y a esa hora? Lo que era cierto, era que no podían seguir platicando
en las escaleras, con el riesgo de despertar a los Padillas.
L: Está bien Don Fernando, subase.
Fernando entró en el cuarto de Lety y empezó a mirar
lo que allí estaba. Era la primera vez que él estaba en su cuarto. Luego se
sentó en una silla pero a la inversa, de modo que la espaldera podía suportar
sus hombros.
Lety se sentó en la cama.
L: ¿Que es la cosa tan urgente que tiene que decirme?
F: Mire Lety, cuando estuvimos en mi casa, estuvimos a
punto de hacer algo... ¿Sí se acuerda, verdad?
Lety tragó saliva..
L: Mire Don Fernando, si usted piensa hacer esas cosas
en mi casa, ¡Olvidelo! ¡Yo jamás se lo permitiría!
F: Ya Lety ¡Calmese! ¡Era broma! Solo quería decirle
que Lopez me llamó para decirme que se olvidó de algunos datos que son muchos
importantes para el balance entonces yo mismo vine hasta acá para entregarle
ese informe.
Lety se sintió aliviada.
L: ¿Y no podía entregarmelo mañana, en la oficina?
F: Claro que sí....
Fernando se levantó de la silla y se sentó en la cama,
cerca de ella.
F: ....pero, en la oficina, no podía hacer esto
Y así diciendo, Fernando besó a Lety en la boca con
una intensidad tal de quitarle el aliento
Sigue....
La verdad esta historia esta muy interesante
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