martes, 15 de julio de 2014

Capítulo 21





Capítulo 21
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Pongamos las cartas en la mesa

C: ¡Que bueno que ya te convenciste Lety! ¿Y cuando pienses regresar?

L: Mañana mismo voy a llamar a Conceptos para decir a Don Humberto que acepto ayudarlos pero no voy a regresar antes del lunes. Habíamos quedado que yo iba a trabajar por usted y ¡quiero cumplir con mi trabajo! Si ellos me quieren, ¡que esperen hasta el lunes!

Carolina advirtia que Lety sentía todavía rencor por ellos pero, por lo menos, no los iba a dejar en lios

C: Està bien Lety entonces nos regresemos el domingo como habíamos quedados. Bueno, me voy a descansar. ¡Nos vemos mañana! ¡Y no te olvides que tenemos el servicio fotografico a las diez con la nueva belleza latina!

L: ¡Claro que no Doña Carolina! Nos vemos mañana. ¡Que descance!

C: Igualmente

Lety regresò a su habitación y entrò en la regardera. Después de una ducha muy caliente, se sentía más relajada y ententò acostarse para descansar un poco pero estaba nerviosa... El solo pensar de regresar a Conceptos y volver a ver Don Fernando, la tenía angustiada.

L: ¿Como le hago para mirarlo en los ojos después de todo lo que le dije? ¿Y si él de veras no quiere verme nunca más? Ay Dios....

Lety pasò toda la noche a dar vueltas en la cama sin pegar un ojo hasta que llegò la mañana. Lety aguantò hasta las nueve y finalmente llamò a Conceptos. El numero que marcò, fue lo de Presidencia, imaginando que le iba a contestar Don Humberto...

En la Presidencia de Conceptos, el telefono resonò tre vecez hasta que alguien contestò

F: ¿Bueno?

L: Hola, soy Leticia Padilla Solis, querría hablar con Don Humberto Mendiola

De el otro lado del telefono, Fernando no llograba hablar. Había quedado helado al solo escuchar la voz de su amada. Cuando finalmente recuperò el don de la palabra, lo único que le dijo fue de atender un momento. Lety reconoció de inmediato la voz de Fernando y se mordiò los labios nerviosamente.

Fernando avisò a su papà que Lety lo necesitaba en el telefono y Humberto reciviò la lieta noticia de que Lety aceptaba ayudarlos.

DH: ¿Y cuando podriamos encontrarnos?

L: Mire Don Humberto, yo estoy trabajando con Dona Carolina y mi trabajo se termina al final de la semana. Yo podría venir en Conceptos el lunes, si para usted està bien.

DH: Si claro Leticia, no hay problema. Nos vemos el lunes en la mañana entonces.

Fernando había quedado a escuchar la llamada y cuando entendiò que Lety regresaría el lunes, cerrò los puños y respirò hondo: Lety, su Lety, habría regresado otra vez en Conceptos.

La mañana pasò tranquilla para Leticia. A pesar de que no había dormido para nada, ella fue capaz de mantenerse lo suficiente lucida para apoyar a Carolina en todo lo que necesitaba para el servicio fotografico de la nueva miss. El servicio terminò a la hora del almuerzo asì que Lety quedò libre por el resto de la jornada y pudo aprovechar de la tarde para descansar un poco. Cuando se despertò, el ocaso ya había llegado en la costa Acapulquena. Lety mirò afuera de su ventanal y mirò el sol calar sobre el horizonte quedando fascinada.

L: Como sería romantico compartir el ocaso con Do.... ¡No Lety! ¡Deja de pensar en él de una vez!

Leticia decidiò areglarse y bajar a cenar. Cuando estaba por salir, el telefono de su habitación sonò. De el otro lado estaba Aldo, invitandola a cenar con él en un local cerca de la playa. Lety aceptò con mucho gusto, igual quería hablar con él para comunicarle su decisión.

Cuando Lety y Aldo acabaron de cenar, ella aprovechò que habían ido a pasear en la playa para comunicarle su intención de regresar a Conceptos

A: ¿Y que fue lo que te motivò a aceptar de ayudarlos?

L: Bueno... de certa manera es también mi culpa si Conceptos fracasò; desde que me fui, Filmo Imagen dejò de funcionar...

A: ¿Pero como si de eso se estaba ocupando tu amigo Tomás?

L: Es que cuando me fui, dejè a Don Humberto Mendiola una carta blanca con la cual yo dejaba a ellos el mando de las dos emprezas entonces Tomás dejò de invertir en la bolsa; por eso Filmo Imagen se parò. Cuando Don Humberto me llamò, me dejò entender que mi carta blanca no servía de nada y que yo permanecía la dueña de Filmo Imagen y también de Conceptos, por eso me necesitan.

A: Entonces lo que tienes que hacer es areglar los documentos ¿no?

L: No sé... en realidad Don Humberto no fue muy explicito en su llamada. Igual el lunes voy a ir a la empreza y allì me van a decir que es lo que tengo que hacer. Te confieso que todo esto me da miedo...

A: ¿Por?

L: No sé... Quizás por como me fui o...

A: ¿Por alguien de nuestro conocimiento?

Lety bajò la mirada en la arena

A: Mira Leticia, te voy a proponer algo. ¿Que te parece si yo te acompaño?

Lety desorbitò los ojos

L: ¿¡Que!?

A: ¿Porque te sorprende tanto? ¿No habíamos quedado que te iba a conquistar día con día? Y si tu te vas, ¿como te puedo conquistar? Igual, una vez areglado unos asuntos, no tengo nada que hacer aquì hasta que mi restaurante sea completo. ¿Que te parece?

Lety lo pensò un momento y después le contestò

L: Bueno... En realidad te confieso que me sentiría un poquito más aliviada si tu me acompañaras...

A: ¡Entonces està decidido! ¡Voy a ir contigo en Mexico!



Mientras tanto, en el D.F, Fernando estaba en el sofà de su casa cuando sonó el timbre de su casa

M: Hola mi amor, ¿Te molesto?

F: No Marcia, para nada. ¿Que se te ofrece?

M: Nada en especial.... Como hoy en la empreza no nos saludamos, quería verte porque me hacías falta. En realidad quería también platicar contigo...

F: ¿Acerca de que?

M: ¿No te imaginas? El lunes va a regresar Leticia en Conceptos y me imagino que todavía sientes mucho rencor hacia ella ¿verdad?

F: ¿Que te hace pensar eso?

M: Bueno, no creo que después de la manera en que te delatò, tu tenga toda esa ganas de verla ¿o me equivoco? Y además esta noche te oì cuando gritabas que la odies...

Fernando se espantò; si Marcia había logrado escucharlo decir que odiaba a Lety, ¡también se había fijado en el motivo!

F: ¿Me oyste gritar que odio a Lety?

M: Bueno no exactamente pero ¿ quién más puedes odiar si no ella?

F: No Marcia, te equivocas... No es Lety la persona que odio...

M: Y ¿ quién es? Porque es obvio que eso te tiene muy nervioso...

F: Perdoname pero, eso es algo que a ti no te incumbe

M: Claro... ¿finalmente quién soy yo? ¡Solo tu futura esposa!

F: Por favor Marcia, ¡no empieces como siempre! El odio que tengo es hacia un hombre que me hizo una canallada de las peores y sin embargo tu no lo conoces...

M: Està bien, no insisto. Vine porque quería verte y ahora que te vi, me voy. Nos vemos mañana en Conceptos

Marcia besò Fernando en la mejilla y se fue.

F: Ay Marcia Marcia... ¿Como voy a hacer contigo después que nos casamos? Me suena tan raro... ¿Casado con Marcia? ¿Como puedo casarme con ella cuando la única mujer que deseo es mi Lety? Pensar que si ese maldito día, Lety me hubiese escuchado, a està hora estubieramos juntos, tratando de empezar de cero con nuentra relación... Y en cambio ahora tengo que casarme con Marcia para tratar de salvar mi empreza. ¡Que ironia ¿no?! Antes tenía que estar con Lety para no perder Conceptos, ¡y ahora tengo que hacer lo mismo con Marcia! Ay Dios... ¡Como quisiera cerrar los ojos y comprobar que todo esto es una pesadilla! Sobretodo lo de Lety... Todavía no logro aceptar que ella hizo lo que me dijo... ¿Como voy a hacer para mirarla en los ojos, sin sentir rabia, el lunes?

Fernando seguì tormentandose por un buen rato antes de acostarse en la cama y durmirse. A pesar de todo, su noche fue bastante tranquila como la de Leticia.

La mañana del miércoles, los papas de Fernando no se habían apersonado en la empreza, puesto que la siguiente junta estaba fijada por el lunes y ellos no tenían nada que hacer allì. Por lo contrario, Fernando estaba decidido a no echar a perder todo lo que habían logrado entonces se apersonò a primera hora para dedicarse al próximo comercial de Bella Life; después de todo, la empreza tenía que seguir adelante. Marcia también fue a la empreza de buena hora y Fernando la enterò de todo lo que tenían que hacer antes de bajar a producción.

En la tarde, Marcia llamò a Fernando por pedirle el presupuesto de los costos por el comercial:

F: Esos datos los tenía Leticia... Supongo que todavía han de estar en su oficina. Buscalos en su oficina si eres tan amable

M: Està bien

Marcia se adentrò en la oficina de Leticia y hubo una extraña sensación...

De instinto, el primer lugar donde esculcò fue el cajón de su escritorio y allì, junta a otras cartas, estaba una tarjetita. Marcia la abriò y quedò helada al leer el contenido:

“Conocer tu pasado, lejos de distanciarme de ti, me acerca. Quiero que olvides para siempre ese pasado; que vuelvas a tener fé en ti, en tu cuerpo, en tu piel, en tu manera de amar. Porque me consta tu sensualidad”

La dedicatoria no tenía ni remitente ni destinatario y tampoco tenía firma pero era claro que esa era la caligrafía de Fernando. ¿A quién era destinada esa tarjeta? Marcia la agarrò y se la trajo en su oficina.

Unos minutos después, Fernando entrò en la oficina de su prometida y le pidiò si ya había encontrado lo que buscaba

M: No pero... encontrè algo mejor

F: ¿Que quieres decir con eso?

M: Nada Fernando, no te preocupes

¿Como podia él no preocuparse si cada palabra de Marcia adelantaba una catastrofe?

F: ...Bueno en todo caso te tengo una buena noticia; recuperè el presupuesto en mis documentos asì que aquì lo tienes

M: Gracias Fernando

F: De nada. Voy a estar en Presidencia por si a caso necesitas algo.

Cuando Fernando se fue, Marcia releyò la tarjeta por enésima vez buscando de entender a quién podía dedicar Fernando semejantes palabras. Lo único que estaba claro, era que él había echo el amor con ella.

Fernando, mientras tanto, había logrado comunicarse con Ricky Armstrong por confirmarle que el comercial sería listo en los tiempos acordados.

Daban casi las 8 de la noche cuando Fernando y Marcia salieron de Conceptos.

Antes de que Fernando arrancara, Marcia lo parò

M: ¿Quieres venir a mi departamento?

F: Marcia... la verdad preferiría irme a mi casa. Tengo que areglar algunos documentos que dejè pendientes y tengo que trabajar en ellos en la noche.

M: Està bien mi amor. Nos vemos mañana entonces.

Solo, en su coche, Fernando suspirò aliviado; había ganado otra noche sin Marcia, en la paz de su casa.

En cambio, lo que sentía Marcia, era todo menos paz... Ella seguía leyendo una y otra vez la tarjeta y no se daba paz. ¿Porque la tarjeta estaba en el escritorio de Leticia? ¿Tanta confianza le tenía Fernando que hasta le encargaba de recapitar sus tarjetas a su amante? Con cada pensamiento, Marcia odiaba cada vez más a Leticia.

M: ¡Maldita seas Leticia! ¡Es por tu culpa que Fernando se fue a los brazos de otra mujer! Pero juro que me la vas a pagar ¡y de la manera más dura!

La mañana siguente, Fernando fue a Conceptos como siempre de buena hora y se sorprendiò al percatarse que Marcia todavía no había llegado.

F: Lola, usted sabe porque Marcia todavía no llega?

Lo: No Don Fernando, lo siento però Dona Marcia no dejò ningun recado

F: Està bien... Gracias Lola.

Fernando se fue a Presidencia y empezò con sus trabajos.

Mientras tanto, Marcia estaba en el juzgado. Lo que quería hacer, era solecitar la nueva fecha de su casamiento con Fernando.

M: Mire señorita, he esperado un buen tiempo y todavía no he recivido ninguna noticia, por eso vine yo personalmente.

La secretaria checò su agenda y después le diò la mala noticia

S: Lo siento señora es que no tenemos fechas disponibles hasta el próximo año

M: ¡No no puede ser! ¡A mi me urge casarme con mi novio!

S: Mire, la única fecha disponible es el 15 de Noviembre y...

M: ¡Perfecto! ¡Para nosotros no hay problema asì que confirme esa fecha!

S: Bueno... ¿Y cuales son los nobres de los contraentes?

M: Marcia Villaroel y Fernando Mendiola



Mientras tanto, en Acapulco, Lety había empezado su jornada laboral a lado de Carolina. Las dos mujeres estuvieron todo el día por la ciudad para seguir Rosa María Ojeda, la ganadora del concurso, en su servicios fotograficos. Al final de la tarde, las dos se retiraron en sus respectivas habitaciónes en el hotel para ducharse y descansar un poquito antes de la cena.


En Conceptos, Fernando todavía estaba trabajando en su oficina cuando Marcia llegò toda feliz con un notición.

M: ¡Ni te imaginas lo que te tengo que decir!

F: Ya Marcia, ¡no me dejes picado! ¡Habla de una vez!

M: Està bien... Esta mañana fui al registro civil...

Fernando tragò saliva

F: ¿Y?

M: Y... ¡por fin tenemos fecha para nuestra boda!

Fernando desorbitò los ojos

M: ¿No estas contento mi amor? Tu mismo me dijiste que querías casarte lo más pronto posible...

F: Si claro que estoy feliz Marcia. Y... ¿Cuando sería la fecha?

M: El proximo 15 de Noviembre ¡y mira que me costò mucho conseguir esa fecha! Si fuera para la secretaria del juez, ¡no nos casaríamos antes del próximo año!

Fernando, en su mente, maldiciò la secretaria por haber encontrado esa fecha tan próxima. En certa manera, él se sentía nervioso pero tratò de disimular su estado real.

F: Que bueno mi amor...

M: Ya Fernando, conmigo no hace falta que fingas...

F: ¿?

M: ¡Sé perfectamente bien que no quieres casarte conmigo!

Fernando se apabullò

F: ¡Eso no es cierto Marcia! Yo quiero casarme contigo como habíamos acordado hace tiempo...

M: ¿Eso significa para ti nuestra boda? ¿Un acuerdo?

F: ¡Claro que no Marcia! ¡No me malinterpretes!

M: No Fernando, ahora llegò el momento en que pongamos las cartas en la mesa...

F: ¿Que quieres decir con eso?

Marcia sacò de su bolsa la tarjeta que había encontrato en la oficina de Leticia y la leyò en voz alta.

Fernando se pasmò

M: Me imagino cuanto que te han de faltar el cuerpo y la sensualidad de esta mujer...

F: ¿Donde encontraste esa tarjeta?

M: ¿No te lo imaginas? ¡En la cueva de tu asistente! ¡De la alcahueta que siempre te organizaba tus encuentros con ella!

F: ¡Marcia por Dios! ¡No empiezes otra vez con esa historia!

M: No Fernando, no te preocupes... hace tiempo que me acostumbre a la presencia de ella en tu vida. Solo espero que lo pienses bien si de verdad quieres casarte conmigo porque me imagino que a ella no le debe hacer ninguna gracia que tu te cases...

Fernando estaba harto de escuchar siempre el mismo reproche y decidiò enfrentar a Marcia una vez por todas

F: Marcia, escucha bien lo que te voy a decir... Es cierto, hubo un periodo donde yo tuve una amante ¡pero eso ya pasò! Y desde hace mucho... Asì que puedes quedarte tranquilla... ¡Ahora soy todo tuyo!

Marcia no sabía como reaccionar... Fernando acababa de confirmarle por su boca 
que había tenido una amante pero también que la historia con ella ya se había terminado.

Fernando, en voz baja: Lo siento mucho Marcia... Siento haberte decepcionado de esa manera ¡Creeme que no fue mi intención! Pero te juro que estoy pagando de la manera más cruel lo que hice... Lo único que ahora quiero, es casarme contigo y formar contigo nuestro hogar. Claro, si tu todavía lo quieres...

Marcia suspirò hondo

M: Fernando, lo único que quiero desde que te conocì, es estar a tu lado por el resto de mi vida. No me importa si tuviste otra mujer; lo importamte es que al final de todo, regresaste conmigo. ¡Yo te amo Fernando, y eso que siento no puede borrarlo ninguna mujer!

Fernando se levantò de su silla y la abrazò

F: Gracias Marcia...

Marcia empezò a lagrimar

M: Gracias a ti por regresar en mis brazos...

Marcia finalmente regresò a su oficina porque tenía una mision: avisar a Leticia que Fernando se iba a casar de modo que ella pudiese comunicarlo de una vez por todas a “la otra”.

Carolina estaba en el restaurante con Lety cuando recibiò la llamada de Marcia.

C: ¿Bueno?

M: Hola Carolina soy Marcia. ¿Qué tal?

C: ¡Marcia! Qué sorpresa escucharte...

Cuando Lety escuchò el nombre de quién llamaba a Carolina, se pasmò

M: Bueno es que te tengo una noticia que, estoy segura, ¡te va a encantar!

C: ¿De que se trata?

M: ¡Me caso con Fernando! Finalmente logrè conseguir otra fecha entonces nos vamos a casar pronto y me parecía justo avisarte...

Carolina tragò saliva y tratò de disimular su asombro

C: Y... ¿cuando sería?

M: El próximo 15 de Noviembre. Espero que quieras hacer parte de ese evento tan especial para nosotros

C: Cla.. claro que si Marcia

M: ¿ Estás bien Carolina? Te oyo un poquito rara...

C: ...Si Marcia es que estaba trabajando y justamente estaba muy ocupada pero de todos modo te felicito y gracias por avisarme

M: No hay de que Carolina. ¡Hasta pronto!

Carolina colgò; después la llamada, estaba visiblemente en shock

C: No lo puedo creer...

L: ¿Que le pasa Doña Carolina? ¿Se siente bien?

C: Ay Lety es que... ¡Marcia me diò una noticia que me descolocò por completo!

L: ... ¿Pasò algo con... Don Fernando?

C: Es que... ¡Ay ni se como decirtelo!

L: Doña Carolina se lo ruego, ¡no me dejes asì! ¡Si pasò algo con él quiero saberlo!

C: Està bien Lety... ¡Marcia y Fernando se van a casar el proximo 15 de Noviembre!

L: No puede ser...

En un momento Lety mirò el cielo y luego se desmayò




Sigue....

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