Capítulo
28
______________
Tú
amante
F:
¡Marcia por Dios, reacciona!
Lentamente
Marcia abriò los ojos. Fernando respirò aliviado.
F:
¿Estás bien mi amor?
Cuando
Lety sintiò como Fernando llamaba a su prometida, se sintiò morir. Hubiera
podido pasar sobre el echo que él se preocupara por ella pero, sentir que la seguía
llamando “mi amor” era demasiado. Sin decir nada, Lety se adentrò en el baño de
las mujeres.
M:
Fernando...
F:
¡No sabes el susto que me daste! ¿Que fue lo que pasò?
M:
No sé... Estaba bien digamos, y de repente me diò un mareo
F:
¿Y es la primera vez que te pasa algo asì?
M:
Pues sì...
F:
Pero estabas bien antes ¿No?
M:
Bueno, estaba un poquito nerviosa en la junta pero nada fuera de lo normal
F:
Lo importante es que ahora te sientes bien. Porque estás bien ¿verdad?
Marcia
decidiò jugarse el primer as bajo la manga.
M:
Sì... bueno me siento un poco débil pero no te preocupes; ahorita me voy a mi
casa y voy a estar mejor...
F:
Bueno, dejame ir por mi saco y te llevo
Marcia
fue sorprendida. De repente parecía que la prioridad de Fernando había
cambiado; ahora era ella su prioridad
M:
No Fernando, no es necesario. Además tienes que hablar con Leticia...
Fernando
se volteò pero Lety ya no estaba
F:
Eso no importa. Hablaremos otro día. Ahora lo importante eres tu
Marcia
estaba verdaderamente boquiabierta
Leticia,
mientras tanto, se había rifugiado en el baño y estaba llorando. No sabía si
lloraba por no haber logrado hablar con Fernando o por como él se refería a
Marcia.
L:
No debería maravillarme asì... En el fondo es su novia. ¿Entonces porque me
duele asì? ¡Porque soy una imbécil! ¡Todo fue mi culpa! ¡Fui yo que lo dejé en
los brazos de ella en lugar de luchar por él!
El
llanto de Lety fue interrumpido por el Cuartel
Mientras
tanto, Fernando y Marcia habían llegado en el estacionamento de Conceptos y se habían
subido en el coche de él cuando Fernando se percatò que había dejado su
portafolio en la sala de juntas.
F:
En cinco minutos regreso Marcia. Tu quedate aquì tranquila
M:
Està bien mi amor
Fernando
tomò el elevador y otra vez fue en el primer piso de Conceptos. Como de
costumbre, las secretarias no estaban en su puesto de trabajo.
F:
Alicia, ¿Donde están las del Cuartel?
AF:
Ay Fernando, ¿No te imaginas? Están en “junta” en el baño. Porsupuesto, ¡juntas a la garnacha!
F:
Cuidado con tu tonito Lichita...
Fernando
estaba por dirigirse en la sala de juntas cuando Alicia le pidiò si podía irse a
su casa, ya que no estaba más nadie en Conceptos.
F:
No lichita todavía faltan 10 minutos para la salida
AF:
¡Ay Fernando, no hagas asì! ¡Ya no està nadie en la empresa!
Fernando
no estaba dispuesto a escuchar las quejas de Alicia entonces le diò su visto
bueno para que se fuera
Después
de haber recuperado su portafolio, Fernando picò el botón del elevador, cuando sintiò
un vocerío provenir desde el baño de damas. Curioso como siempre, se acercò a
la puerta del baño y se quedò a escuchar
El
Cuartel se estaba quejando como siempre de la Oxigenada cuando Paula Maria
recordò a todas que tenían que apurarse y alistarse para ir de reventón.
L:
¿Muchachas saben que? Mejor dejamos los festejos para otro día. Estoy muy
cansada y prefiero irme a mi casa a descansar...
PM:
¡No no no Lety! ¡Nos prometiste que venías con nosotras esta noche y asì serà!
L:
Pero...
S:
Nada de pero amiga. Ya Paula Maria prenotò en un lugar espectacular y Marta
pidiò permiso a su marido asì que te vas con nosotras
L:
¿Pero adónde?
PM:
¡En “El Paraíso”!
Todas
las muchachas meno Lety se echaron a reír
L:
¿?
S:
¡Es un antro que se llama “El Paraíso” y es un local muy chulo!
PM:
¡Andale Lety! ¡Estoy segura que te va a encantar! Y sobretodo, te va a ayudar a
quitarte de la cabeza esa cosa que te tiene tan nerviosa...
L:
¿De que hablas?
Lo:
¡Ay Lety no te hagas! Se ve perfectamente bien que hay algo con que no acabas!
J:
¡Vamos a divertirnos Lety y asì nos olvidamos de la amargura de la vida! Aunque
sea solo por una noche...
Lety
no tenía salida y acabò con aceptar de irse con sus amigas
L:
Tengo que llamar a mi papà antes
PM:
¡Claro amiga! Pide permiso mientras nosotras terminamos de areglarnos asì nos vamos
Fernando
se diò cuenta que era peligroso seguir escuchando asì que se dirigiò al
elevador y regresò en el estacionamento.
M:
¿Todo bien mi amor?
F:
Si Marcia ¿Por?
M:
Como que te quedaste mucho para recuperar tu portafolio...
F:
Es que... No lo encontraba. Se había caydo en el piso y no lograba verlo, por
eso me demoré un poco
M:
Claro...
Marcia,
obviamente, no le creía pero, el solo echo de haberlo separado de Leticia, era
una victoria.
Finalmente
Fernando arrancò y partiò rumbo el departamento de Marcia
En
Conceptos, Lety había pedido permiso a su papà que, después de muchos
berrinches, le diò su visto bueno y, juntas a las muchachas, saliò en un taxi
que las trajò en “El Paraíso”.
Cuando
entraron en el antro, Lety hubo una sensación rara... Era demasiado tiempo que
no entraba en un antro y de repente se acordò de cuando era Fernando que la traía
en esos lugares.
Inmediatamente
Paula Maria saludò un muchacho que le indicò una mesa.
PM:
Vamonos chicas que allì està la mesa que reservé
Después
de haberse sentado, y haber pedido una botella de tequila y algunos botanitos,
Marta partiò otra vez a la carga con las preguntas a Lety.
Ma:
¡Ahora si manigüa, tienes que contarnos todo!
J:
¡Sì Lety! Y empieza contandonos porque te fuiste de Conceptos y porque Doña Marcia te tratò de esa manera
Lety
se sentía incómoda pero no podía negarse esta vez. Sus amigas meritaban saber
la verdad, aunque fuera solo una parte.
L:
Està bien muchachas, le voy a contar. Hace unos meses, tuvimos problemas
economicos en la empresa...
Lo:
Después del video de Benny ¿verdad?
L:
Si Lola, asì es. Después del fracaso del videoclip, la empresa no lograba
encontrar trabajo y la situación se complicò aún más después de algunos negocios
que no fueron como esperabamos. La situación era verdaderamente grave entonces Don
Fernando tuvo que hacer algo para no perder la empresa
I:
¿Tan desesperada era la situación?
L:
Si Irmita. El riesgo era que Conceptos fuera embargada por los bancos y eso quería decir el fracaso de la empresa
Las
muchachas estaban espantadas
Ma:
¿Y que pasò?
L:
Pasò que yo y Don Fernando tuvimos que hacer una cierta cosa para salvar Conceptos pero esa cosa no era esactamente lícita...
Las
muchachas escuchaban con atención
L:
Todo iba bien y Conceptos se estaba recuperando pero, durante la última junta
del comité, Doña Marcia se enterò del fraude y decidiò enterar a la junta
directiva...
Lo:
¿Fue por eso que te despidieron? ¿Porque se supo la verdad?
L:
Bueno sì Lola pero igual yo me quería ir. Ya tenía lista mi carta de renuncia
I:
¿Pero porque mi niña?
L:
Porque... Tuve algunos problemas personales y no quería seguir en Conceptos
S:
¿Nos ibas a dejar solas Lety?
L:
Sara, te juro que no era nada en contra de ustedes es que, de verdad, mi vida
en Conceptos se había convertido en un verdadero infierno...
PM:
¿Porque dices eso Lety?
L:
Eso no puedo contarlo, lo siento.
Ma:
Pero...
I:
Muchachas, ¡No insisten!
PM:
Està bien Lety, si no quieres contarlos, asì serà pero, por lo menos, ¡cuentanos
donde estuviste todo este tiempo!
L:
Trabajè junto a Doña Carolina Angeles en Acapulco
J:
¿En Acapulco? ¡Wow que sueño!
L:
Sì... La ayudé con el concurso “Nuestra Belleza Latina” y allì estuve hasta el
domingo
PM:
¡Pero cuenta amiga! ¿Como es Acapulco?
L:
Es hermosa Paula Maria. El mar, el sol, la gente... ¡Todo parece magico allì!
El
Cuartel suspirò encantado al unisono
Lety
seguiò contando a sus amigas cual era su trabajo en la ciudad costera.
Mientras
tanto, Fernando y Marcia habían llegado en el departamento de la productora
ejecutiva. Después de haberla hecho acostar, Fernando le preguntò si se sentía
mejor y si a caso quería un té.
M:
Si mi amor gracias, estoy mejor.
F:
Bueno, me alegro. ¿Quieres que te haga un tesito?
M:
Sería maravilloso mi vida
F:
Okey. Tu quedate allì tranquila que yo te lo preparo y te lo traigo
Fernando
se quitò su saco y lo dejò en uno de los sillones en la recamara de Marcia y
después se fue a la cocina.
Marcia
no resistiò a la tentación y, como ya había hecho una vez, esculcò en los
bolsillos del saco de su prometido. De repente algo llamò su atención. Se
trataba de un sobre blanco que reportaba el apellido de Leticia. Marcia no
resistiò a la curiosidad y abriò el sobre. Justo cuando estaba por sacar fuera
la carta, Fernando se apersonò con el té. Marcia se espantò y ocultò la carta bajo
del almohada.
F:
Aquì està tu tesito mi amor. Espero que te guste
M:
Gracias mi amor
Después
de haberse tomado el té, Marcia se moría de la curiosidad de leer la carta pero
no podía con Fernando en su casa entonces le dijo que se sentía mejor y que necesitaba
estar sola.
F:
¿Estás segura Marcia? ¿No prefieres que me quede aquì contigo esta noche?
M:
No mi amor, vete a tu casa. Además està Lalo y no es justo que dejes solo a tu huésped.
F:
Pero yo quiero estar contigo. ¿Qué si te sientes mal otra vez?
M:
Te prometo que no va a suceder mi amor. Vete tranquilo y mañana nos vemos en
Conceptos
F:
Pero...
M:
Nada de pero Fernando; estoy bien. Y además necesito estar sola y descansar. Te
prometo que, se me siento mal otra vez, te voy a marcar al celular
Fernando
no quiso insistir entonces se despidiò de Marcia y se fue
Quedada
sola, Marcia no supo resistir más y empezò a leer la carta de Fernando...
Querida Lety,
Sé que escribiendole esta carta, el riesgo es que
usted la rompa en pedazos antes de leerla pero eso era el unico modo por hablar
con usted, ya que se niega hablar conmigo de cara. Lo entiendo ¿sabe? Después
de lo que se enterò, es un milagro si todavía me mira en los ojos....
Sé que lo que hice es horrible; no, que digo
horrible... ¡espantoso! Jamás hubiera debido jugar con usted. Usted era leal conmigo...
¡Por Dios, me lo demostrò una y otra vez! Lo que me convenciò a actuar ese plan
tan sucio y cruel, fue el carcoma de los celos y el miedo de perder mi empresa...
M:
¿Celos? ¿Que quiere decir eso?
En
su coche, Fernando estaba dirigiendose a su casa cuando le vino a la mente lo
que escuchò en Conceptos antes de irse:
S:
“¡Es un antro que se llama “El Paraíso” y es un local muy chulo!”
F:
El Paraíso...
Fernando
estaba muy tentado de ir por Lety...
F:
¿Qué tal si algún hombre se le acerca? ¡No va a estar nadie que la defenda! Sì
porque ahora mi Lety està más... más... ¿bella? Y no que antes no lo fuera ¿eh?
Siempre ha sido hermosa mi Lety, pero ahora se ve más. ¡Tengo que ir por ella!
De
repente Fernando hizo marcia atrás y se dirigiò rumbo “El Paraíso”.
Mientras
tanto Marcia seguía leyendo la carta...
Usted parecía siempre más fijada en Tomás entonces
Omar me convenciò que yo debía impedir que él la enamoraba porque eso podía ser
un peligro para nosotros.
Le juro que yo no quería actuar ese plan y hasta
el último momento me negué pero un día llegò a Conceptos una rosa roja junta a
una carta que había escribido Tomás Mora y los dos empezamos a preocuparnos. Si
él era tan atrevido de mandarle una carta con semejante palabras de amor,
entonces el riesgo que la enamoraba era alto. No podíamo permitir que usted
perdiera la cabeza por ese tipo entonces... ¡dimos acto al dichoso plan! Lo que
queríamos obtener, era que usted se enamorara de mi y que dejase de pensar a Tomás.
La misma noche en que llegò la carta de Tomás, la trajimos
con nosotros en ese antro donde cantaba Ricardo Montaner ¿Sì se acuerda verdad?
Allì fue donde nos besamos por primera vez...
M:
¿¡Qué!? ¿¡Fernando besò a Leticia!? No, ¡No puede ser!
Admito que había tomado demasiado... ¡Yo no quería
besarla! En esa epoca, todavía no estaba enamorado de usted pero tenía que
seguir a enamorarla aunque los besos que
le daba... bueno no eran besos de amor.
M:
“No eran besos de amor”... ¡Entonces no era ella su amante!
Por
un momento Marcia se había tranquilizado pero, siguiendo la lectura de la
carta, deseó que nunca la hubiera encontrado
Todo cambiò la noche de su cumpleaños... ¡La noche
en que hicimos el amor por primera vez! Al principio yo no quería pero no por
lo que usted estaba pensando, si no porque pensaba que podía ser su primera
experiencia... Yo no la amaba y me parecía injusto que usted perdiera su
virginidad conmigo. Luego, usted me dijo que no tenía que preocuparme; que me
entendía porque ningun hombre sueñaba acostarse con una fea como se sentía
usted y no sé... no sé si fue por sus palabras pero hube un arranque y le hice
el amor...
En ese momento, sentì como si no existiera nada
más que usted y yo. Fue una cosa rara porque nunca me había pasado lo que me
pasò con usted... ¡Usted se entregò con una ternura y con un amor infiniti! ¡Le
juro que yo lo advirtì con cada fibra de mi cuerpo! Después de ese momento,
usted acabò de ser solo mi asistente y se convirtiò en algo más... no sé, pero
ya la veía con otros ojos.
Empezè a sentir algo por usted; ¡algo especial! Y
tuve la confirma de eso, la noche en que volvimos a hacer el amor. Esa vez era
distinto porque fui yo él que sentía ese deseo... Esa vez no se tratò de un
arranque si no de un deseo que me nacía por dentro; ¡tenía ganas de hacer el
amor con usted! De estar a contacto con su piel; de tenerla cerca... ¡No sé
porque pero la deseaba! Esa noche fue magico, como usted dijo... La sentì más
cerca, más... no sé ni como decirlo... ¿entregada? ¡Esa noche quería detener el
tiempo! ¡Estaba con usted y me sentía amado como nunca en mi vida! Entre sus
brazos, me sentía seguro, cuidado... ¡Sentì que me amaba y me dì cuenta que yo
también la amaba!
M:
¡¡No!! ¡¡Por Dios no!! ¡Fernando no puede estar enamorado de Leticia! ¡Eso es
imposible!
Marcia
no lograba creer en lo que leìa. Terca como siempre, acabò de leer la carta
hasta que las ultimás palabras de Fernando la mataron por completo
Espero que con lo que le escribì en esta carta,
usted se convenza que mis sentimientos son verdaderos y que me dé la
posibilidad de hablarle por aclarar los malos entendidos.
La amo
Fernando Mendiola
Las
lagrimás corrían por las mejillas de Marcia y ardían como fuego. Jamás ella podía
imaginarse que la amante de Fernando, la mujer que se lo estaba quitando, fuese
su asistente; la fea... Leticia Padilla Solís.
Sigue...
Adorei. :D , <3
ResponderBorrarGracias preciosa ^.^ <3 <3 <3
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