Capítulo
25
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Redadas
en el aeropuerto
Fernando
había logrado desahogarse con Eduardo contandole todo lo que había pasado con
Lety desde su cumpleaños hasta la mañana del domingo.
F:
De seguro estás pensando que soy un monstruo por lo que le hice ¿verdad?
E:
Bueno, seguramente no eres un santo, pero me consta que la amás ¿No es asì?
F:
¡Con toda mi alma Lalo!
E:
Entonces, ¿Para que insistes en casarte con Marcia?
F:
Pues porque... ¡Lety no me ama! Ella misma me dijo que se enamorò de otro hombre...
E:
Esa no es excusa...
F:
Bueno, digamos que ce la debo a Marcia. Ella siempre se ha quedado a mi lado, a
pesar de todo. Imagínate... Le dije que era verdad que tenía una amante y con
todo ¡ella sigue comigo!
E:
Entonces ¿Te casas con ella por agradecimiento? ¡Eso es todavía peor!
F:
¡No Lalo! Peor sería dejarla después de todo lo que ella ha hecho por mi. En el
fondo le tengo mucho cariño; ella me gusta y juntos... Pues nos la pasamos
bien.
E:
Insisto Fernando. ¡Eso sería el error más grande de tu vida! ¡Tu no estas
enamorado de Marcia!
F:
¿Entonces que es lo que tengo que hacer? ¿Dejar a Marcia y llorar toda la vida
para Lety? Mira Lalo... Yo he hecho sufrir mucho a Leticia ¡Pero te aseguro que
yo también vivì las penas del infierno! No pasa noche ne que no llore para ella
pero eso no me sirve de nada... Ella se enamorò de otro y yo la perdì... ¡Ahora
es demásiado tarde!
E:
¡Nunca es tarde cuando se ama! ¿Estás completamente seguro que lo que te dijo Lety es cierto?
F:
¿Para que me hubiera mentido?
E:
Pues no sé pero algo no me cuadra...
F:
¿?
E:
Cuando conocì a Lety, ella estaba perdidamente enamorada de dizque Tomás, que
me imagino era tu nombre de cobertura ¿verdad?
F:
Sì, asì es. Yo mismo le dije de decir al Cuartel que su novio era Tomás Mora;
para evitar cualquier sospecha sabes...
E:
Bueno. En esa epoca su aura brillaba. Se percibía perfectamente que ella estaba
totalmente y incondicionalmente enamorada de “su novio” y tengo que confesarte
que ¡nunca había percebido un amor tan grande! ¡Hasta puedo decirte que su amor
para ti era infinito!
F:
Sì pero eso pasò cuando todavía ella no sabía nada del dichoso plan de Omar...
E:
No es por eso que te lo estoy diciendo
F:
¿Entonces para que?
E:
Mira Fernando, me parece muy raro que un amor tan grande desvanesca en tan poco
tiempo... Yo estoy seguro que Lety sigue enamorada de ti
F:
Eso sería un sueño...
¡Lastima que no es asì!
E:
¿Porque lo dices con tanta seguridad?
F:
Es complicado de explicar...
E:
Intentalo
F:
Està bien... Cuando ella y yo hicimos el amor, la noche del sabado, volvì a
sentirla completamente mia. Ella era tan entregada... ¡Tal como la primera vez!
Te
juro que fue magico hermano...
E:
¿Y luego?
F:
Luego dormimos juntos toda la noche. Ella se recostò en mi pecho y se durmiò
entre mis brazos...
E:
Entonces ¿Porque te dijo semejantes barbaridad la mañana siguiente?
F:
No sé Lalo, ¡Juro que no lo sé! Y te juro que jamás le hubiera creído si ella
no me hubiera dicho todo eso mirandome fijo en los ojos
E:
¿Y tu te convenciste solo porque te lo dijo mirandote en los ojos?
F:
...No Lalo, yo los vì
E:
¿A quién?
F:
¡Vì a Lety besandose con ese mendigo infeliz!
E:
¿Pero cuando?
F:
Los incontrè en la playa besandose cuando yo fui por ella la noche del sabado.
Antes que hicieramos el amor...
E:
Eso es todavía más absurdo. ¿Porque hizo el amor contigo si dice que ama a ese
otro hombre?
F:
¡Pues yo que sé! Ay Lalo ¿Sabes que? Se me estalla la cabeza. ¿Que te parece si
nos acostamos y mañana seguimos con la platica?
E:
Està bien Fernando, como quieres
Los
dos se acostaron pero Fernando no pudo pegar un ojo, no solo por la platica con
Eduardo, si no también porque era consciente que el día siguiente Lety regresaría
de Acapulco
La
mañana del domingo había empezado a las 6 para Lety y Carolina. Las dos habían
ido al aeropuerto en taxi y, a pesar de todo, Lety se sentía bastante relajada.
C:
¿Como te sientes Lety?
L:
Me siento tranquila. Ha de ser porque esta noche logré dormir algunas horas
C:
¡Que bien! Porque nos espera un vuelo en avion y no quiero verte agitada como
la otra vez
L:
Ji ji ji voy a tratar de estar más tranquila esta vez
C:
Bueno. Cambiando de tema.... Que raro que Aldo todavía no haya llegado...
L:
¿Si verdad? Ayer me dijo que venía a saludarnos aquì al aeropuerto
C:
¿No serà que se quedò frío por tu actitud de ayer en la noche?
L:
Ay no ¿Como cree? ¡Él sabe perfectamente bien que yo amo a Don Fernando!
C:
Si pero me consta que tu les gustes mucho y no creo que se vaya a quedar de
brazos cruzados...
L:
Yo tampoco lo creo. Es más... él mismo me dijo que quería venir a México por tratar de hacerme enamorar de él
C:
¿Y tu que le diciste?
L:
Pues, en ese momento estaba muy dolida con lo de Don Fernando entonces le dije
que para mi era un gusto que me acompañara
C:
¿Y sigues pensandola asì?
L:
Bueno, lo que me espera en Conceptos no es nada facil y prefiero ser rodadas de
amigos puesto que todavía no sé como se va a acabar lo de Don Fernando...
C:
Pero no creo que Aldo sea dispuesto a ser solo “tu amigo”...
L:
¡Pues tiene que conformarse! ¡Ya se lo dije a él que solo podía ofrecerle mi
amistad y él aceptò!
C:
¡Està bien Lety, no te alteres!
Voz:
Se avisan los pasageros del vuelo B712 dirigido a Ciudad de México, que el
vuelo despegarà con una hora de retrazo. Nos disculpamos por la inconveniencia
C:
Bien, parece que tenemos tiempo para desayunar...
Aldo,
mientras tanto, había quedado embotellado en el trafico a causa de un axidente
A:
¡No puede ser! ¡No puedo llegar tarde justo hoy o no voy a poder despedirme de
Leticia! ¡Ella tiene que saber que es la mujer de mi vida!
En
México, Lalo y Fernando estaban desayunando y este último le estaba contando
que el lunes tenían una junta del comité donde estaría presente también Leticia
E:
¡Entonces mañana volveras a verla hermano!
F:
Sì...
E:
¿Y ahora porque traes esa caras?
F:
¡Porque es la única que tengo! Y además ¿Que quieres que haga? ¿Que me ponga a
bailar porque regresa la mujer que me rompiò el corazón?
E:
Bueno, si te ayuda...
F:
¡Lalo!
E:
Ok, ok ¡Perdón! ¿De verdad no quieres hacer nada?
F:
¿Como que?
E:
No sé, interceptarla en el aeropuerto por ejemplo...
F:
¡Ya Lalo deja de decir tonterias! Y además tengo que ir a ver a Marcia...
Lalo
hizo una mueca
E:
Claro claro tu prometida...
F:
¿De verdad no tienes nada mejor que hacer que burlarte de este pobre hombre?
E:
Ya ya entendì... Me voy a dar una vuelta. Nos vemos después
En
cincos segundos Lalo saliò de la casa de Fernando.
F:
¡No lo puedo creer! ¡Sabes perfectamente que quiero olvidarme de Leticia y, no
solo insiste en que ella todavía me ama, si no que encima, ¡me pone esas pulgas
en el oreja! Ir al aeropuerto... ¡Eso es ridiculo!
El
reloj marcaba 10 para la 9 cuando Aldo llegò al aeropuerto corriendo como un
loco. Llegado delante la cartelera de los vuelos, respirò aliviado cuando se
percatò que el vuelo de Leticia despegaría en retrazo, a las 9 y media. Todavía
tenía tiempo pero tenía que localizar a Leticia puesto que no estaba en la sala
de espera.
Lety
y Carolina estaban todavía sentadas en la cafeteria cuando Carolina visionò a
Aldo.
C:
Parece que llegò tu Romeo...
L:
¿Que?
C:
¡Ya Lety, es bromita! Llegò Aldo
Lety
hizo una mueca
L:
¡Ay que chistosa es usted!
Las
dos salieron de la cafeteria y alcanzaron al güero.
C:
¡Hola Aldo! Pensábamos que no hubieras venido...
A:
Es que me quedé emotellado en el trafico a causa de un axidente. ¡Hola Leticia!
L:
Hola Aldo, buenos dias
Aldo
quedò enbabiado a mirar a Leticia
A:
¡Por suerte retrazò el vuelo! Nunca me lo hubiera perdonado si no alcanzaba a
saludarte... Digo, ¡A saludarlas las dos!
Carolina
sonriò entendiendo perfectamente la intención de su amigo.
C:
Bueno, yo me adelanto al gate y los dejo despedirse. ¡Nos vemos pronto Aldo!
Carolina
le guinò el ojo y se alejò
A:
Leticia yo... quería decirte algo antes que te vayas. ¡Es que ayer no me
dejaste
hablar!
L:
Perdoname Aldo, es que ayer fue un día bastante raro y, la verdad, estaba muy
cansada en la noche.
A:
Entiendo... Bueno ahora pero no hay nada que impida que yo lo haga
L:
¿Hacher que?
A:
Esto...
Aldo
se acercò a Lety, la tomò por los hombros y la atrajò a sí, besandola
profundamente
Lety
se quedò pasmada y inmóvil. Aldo separò sus labios de los de Lety y se despidiò
de ella
A:
Te amo Leticia. ¡Nunca se te olvides! Nos vemos en unos dias mi amor...
Lety
no tuvo tiempo de decir nada puesto que Aldo ya había desaparecido. Cuando
llegò donde Carolina, Lety estaba furiosa
C:¿Se
despidieron?
L:
Arg...
C:
¿Que te pasa?
L:
¡Me pasa que Aldo es un descarado!
C:
¿Porque, que hizo?
L:
¿Quiere saber que hizo? ¡Pues me besò!
Carolina
quedò boquiabierta
C:
¿Y tu te dejaste besar?
L:
¡No hubo de otra! ¡Me tomò de sorpresa y no tuve tiempo ni de reaccionar!
La
señorita de la compañía aérea interrumpiò la platica puesto que era hora de embarcarse.
Fernando,
mientras tanto, no lograba quitarse de la mente las palabras de Eduardo... “Interceptarla
en el aeropuerto, por ejemplo”.
F:
Interceptarla en el aeropuerto... ¡¿Pero como si no sé ni a que hora llega el
vuelo?! ¡Pues claro! ¡Voy a averiguar en el sito internet de la compañía aérea!
En
un santiamén Fernando encendiò su laptop y se percatò que el único vuelo desde
Acapulco de la jornada, aterrizaría a las 10 y 20. Fernando mirò su reloj que
marcaba las 9.40.
F:
¡Tengo que salir ahorita mismo!
En
el avion, Carolina y Lety retormaron la platica
C:
¿Estás segura que no disfrutaste ese beso?
L:
¡¿Como cree Doña Carolina?! Los unicos besos que deseo, son lo de Don Fernando...
C:
¡Bueno està bien! Suerte que mañana lo vas a ver...
L:
Si, mañana... Awww
Lety
mirò afuera del oblò y se quedò en las nubes, tal como las que veía allì
afuera.
Su mente la regresò a aquella noche antes de la junta del comité...
F:
“Yo sé que usted no siente nada para mi pero ¡yo la AMO!”
Entonces
¿Fernando era sincero? ¿De verdad se había enamorado de ella? Lety se sentía
una estupida, primero por no haberle creido y después por todo el dolor que le
causò con sus mentiras, la mañana de domingo.
En
meno de una hora, el avion había llegado al aeropuerto Benito Juárez de Ciudad
de México. Fernando estaba parado delante la puerta del area de las llegadas
desde las diez; su corazón latía fuerte. A pesar de todo lo que había pasado,
él seguia amando a Leticia con toda su alma. Era algo más fuerte que él... Su
amor para ella era infinito y la iba a amar hasta el final de su propria vida. Fernando checaba la hora cada diez minutos, impaciente por volver a ver a su
amada.
F:
¿Que voy a hacer cuando la veo? De seguro no puedo correr en sus brazos... No
solo porque sería ridiculo, ¡si no porque de seguro me va a rechazar! ¡Ella no
puede verme aquì! Tengo que esconderme...
No
muy lejos desde donde se encontraba Fernando, estaba una columna
F:
¡Perfecto! ¡Me voy a esconder allì asì que Lety no me vea cuando llega!
El
avion había terminado las maniobras de aterrizaje y Carolina y Lety habían
desembarcados. Cuando las puertas del aeropuerto se abrieron, Lety y Fernando
sentiron la misma sensación: sus corazónes empezaron a later como locos y los
dos se pusieron una mano en el corazón.
F:
Aww ¡Lety es todavía más bella de cuando la vì en Acapulco! Bueno, ella siempre ha sido hermosa...
Fernando
se quedò en Babia mirando a Leticia
Lety,
por su parte, se sentía rara...
C:
¿Que te pasa Lety?
L:
Es que... ¡Siento la presencia de Don Fernando aquì!
Carolina
checò en todos lados pero no logrò ver a Fernando
C:
Yo no lo veo...
L:
¡¡Pero estoy segura que él està aquì!!
Fernando
se pasmò. ¿Posible que Leticia había logrado verlo?
L:
Perdón que grité Doña Carolina; no sé que me pasa...
C:
No te preocupes Lety. Vamos por el equipaje
Las
dos mujeres se traslaron en el lugar de las valijas y Fernando las siguiò. Solo
una pareja de novios estaba entre él y su Lety...
Fernando
caminaba cuidadoso, tratando de no hacerce descubrir; en ese momento era el
hombre más feliz del mundo y tenía una sonrisa de oreja a oreja: su Lety, por
fin, había regresado a México.
Cuando
Lety y Carolina salieron del aeropuerto por pedir un taxi, Lety quedò
boquiabierta al percatarse que, justo delante de la entrada del aeropuerto,
estaba estacionado un coche igual a lo de Don Fernando.
L:
No puede ser... esto es...
Lety
no lograba articular palabra
C:
¿Que es?
L:
¡El coche de Don Fernando!
Fernandò
serrò los puños y maldiciò su mala suerte por la mala temporada
F:
¡Chin! ¿Como pude ser tan imbécil de estacionar mi coche justo allì? ¡Ahora si
me descubriò!
Leticia
sonriò. El solo saber que su corazón no se equivocaba y que él estaba allì, la
hizo feliz
C:
Que casualidad que esté aquì...
L:
Sì ¿verdad? Quién sabe que hace por aquì... Talvez su mamà regresò en Londres y
hoy viene a México para la junta de mañana...
C:
Me parece un poco absurda esa ipotesi...
L:
¿Y que le pareciera más sensado?
C:
Que él vino por ti por ejemplo...
Fernando
tragò saliva. ¿Carolina se había dado cuenta de sus sentimientos por Lety?
L:
Ja ja ja ¡Si ni siquiera sabía que yo iba a regresar hoy! Na, de seguro està
aquì por otro motivo
C:
¡Tu y tu escepticismo! ¿Quieres entrar a buscarlo?
Fernando
se animò...
L:
¿Como para que? No, mejor vamonos
...pero
se desanimò por completo después la respuesta de Leticia y después que las dos
subieron en el taxi y se alejaron del Benito Juárez
Cuando
Fernando regresò a su casa, Lalo lo esperaba en el living
E:
¿Entonces?
F:
¿?
E:
Ya Fernando, ¡No te hagas! Fuiste por ella ¿verdad?
F:
¿Y tu como sabes? Y sobretodo, ¿Como le hiciste para meterte en la casa si no
traes llaves?
E:
Da la casualidad que “alguien” dejò la ventana abierta entonces entré
F:
¡Chin! ¿Donde tengo la cabeza ultimamente?
E:
¿Quieres que te conteste yo?
Lalo
alzò las cejas picaramente; Fernando se fastidiò
E:
¿No me quieres contar como te fue con Lety? ¡Andale Fer!
F:
Ok, ok... Es cierto, fui a verla al aeropuerto
E:
¿Y?
F:
Y nada, la vì
E:
¡Ya Fer, no seas tan hermético!
F:
¡Es que no hay nada que contar! Me escondì detrás de una columna y la vì llegar
sin acercarme a ella
E:
¿Y porque no te acercaste? ¡Podías hablar con ella!
F:
¿Para que? ¿Para que me rechazara?
E:
Ay Fernandito Fernandito... ¡Nunca vas a aprender! Ya te dije que Lety te ama y
estoy seguro que se habría puesto la mujer más feliz del mundo al verte allì, ¡y
encima por ella!
F:
Eso no es cierto... Lety viò mi coche estacionando y cuando Carolina le
preguntò si quería buscarme en el aeropuerto, ella se negò y se fueron
E:
¿Y que pretendías? ¡Eres tu el que la tenía que buscar!
F:
Como sea Lalo... Por ahora me conformo con el hecho de haberla visto... Ay Lalo
si supieras... ¡Estaba hermosa mi Lety!
Lalo
sonriò
E:
Ay Fernando, estás peor de lo que me imaginé... ¿Que esperas a interceptarla en
su casa?
F:
Te confieso que me gustaría pero no puedo. De verdad... ¡No puedo hacerle esto
a Marcia! Ya fue demasiado que haya ido por ella al aeropuerto...
E:
Està bien hermano. Igual mañana la ves en Conceptos ¿No?
Fernando
solo sonriò
Mientras
tanto, Lety había llegado a su casa
L:
¡Hola familia!
DE:
¡Hija! ¡Que bueno que regresaste en tu casa!
L:
¡Hola papacito!
DJ:
¡Lety, mi vida!
L:
¡Mami!
DJ:
¿Como te fue?
L:
Bien mami, bien...
Julieta
había una expresión afligida. Sabía que su hija no podía hablar de ciertas
cosas ante de su papà entonces esperò a que Erasmo saliera antes de platicar con
Lety. Leticia todavía no sabía que había sido su mamà a revelarle su paradero a
Don Fernando y Julieta temía una regañada por parte de su hija.
Quedadas a solas en la habitación de Lety, Julieta se atreviò a preguntarle
DJ:
¿Tuviste algun problema allì en Acapulco?
Lety
entendiò de inmediato
L:
Fuiste tu ¿verdad?
DJ:
¿A hacer que?
L:
Ay mamà ¡No te hagas! ¿Le dijiste a Don Fernando que yo estaba en Acapulco?
DJ:
Es que... él vino a hablar conmigo y... bueno ¡me hizo tanta pena!
L:
¿Y de que hablaron?
DJ:
¿No te imaginas? ¡Pues de ti mi vida!
Lety
tragò saliva
L:
¿Y que te dijo?
DJ:
Me contò “su versión” de su historia contigo...
Lety
estaba visiblemente nerviosa
DJ:
¡Ay Lety me contò una historia distinta de la que me contaste tu! Me dijo que
todo lo que decía esa maldita carta era mentira y que ¡de verdad él se enamorò
de ti!
L:
¿Y tu le creiste?
DJ:
¿Y como no podía después de semejante confesión?
L:
¿Que confesión?
DJ:
Bueno me contò de cuando hicieron el amor la primera vez...
Lety
sonrojò visiblemente y estaba boquiabierta
DJ:
Me dijo que te sintió tan entregada y tan enamorada esa noche; tanto que al
final, ¡él terminò con enamorarse de ti! Es más... me dijo que sintió que tu y
él eran la misma persona en ese momento y que siguió pensando en ti por toda la
noche
Lety
seguia apabullada
DJ:
Después me dijo que tu eres un angel y que, luego de esa noche, empezò a
portarse más lindo contigo porque lo que hacía, le nacía del corazón
L:
En efecto es cierto... Después de esa noche, él se portò más lindo conmigo...
Lo sentía más cariñoso
DJ:
¡Y eso no es todo! Me contò también de tu celos por la tal Manterola y que él
te vino a buscar al Museo de ceras por hacer la paz contigo
L:
¡Ay no! ¿Te contò también lo que pasò después?
DJ:
Pues sì... ¡Pero me dijo algo que tu no me contaste!
L:
¿?.
DJ:
Él me dijo que esa noche te confesò que quería pasar contigo el resto de sus
dias y de su vida porque tu eres ¡la mujer de su vida!
L:
Ay si, como no... ¡Por eso se va a casar con Doña Marcia!
DJ:
¿¡Que!?
Lety,
en tono socarron: ¿No te dijo? Pues que raro porque todo mundo sabe que se casa
el 15 de Noviembre...
Doña
Julieta había quedado boquiabierta. ¿Como podía Fernando confesarle semejantes
intimidades y después casarse con otra? Algo no cuadraba...
DJ:
No, ¡Eso no puede ser! ¡Él me jurò y me perjurò que està enamorado de ti y que
quiere estar solo contigo! Entonces eran todas mentiras... ¡Y yo fui tan tonta
de revelarle tu paradero! Seguro quería armarte un escandalo por lo que pasò en
la empreza ¿verdad?
L:
No mamà, todo lo contrario... ¡Él fue muy dulce conmigo!
DJ:
¿Dulce?
L:
Sì... Él vino hasta Acapulco en coche solo para decirme que me ama y que me
necesita
DJ:
Claro... ¡Por su empreza!
L:
Al inicio yo también pensé eso pero pasaron cosas que me hicieron ver la situación
más claramente...
Lety
le contò a su mamà todos los acontecimientos de Acapulco: su “amistad” con
Aldo; la llegada de Fernando (omitiendo pero que habían vuelto a hacer el
amor); las mentiras que le dijo para alejarlo de ella después de la llamada de
Marcia y el descubrimiento sobre las tarjetas.
DJ:
¡Mi amor pero todo eso hace pensar que él de verdad te ama!
L:
¡Ya sé mamacita! Por eso me parece muy rara su intención de casarse con ella...
¡Seguro està de por medio la empresa!
DJ:
Bueno como sea mañana lo vas a ver ¿no? ¡Aprovecha por hablar con él y aclarar
la situación!
L:
Eso es lo que quiero hacer. Solo espero que quiera escucharme después de lo que
le dije. Ay mamà ¡Me siento pesima por lo que le inventé! Doña Marcia le contò
a Carolina que él se puso como un loco cuando regresò a México esa noche y eso
fue por mi culpa!
DJ:
No Lety, ¡No te tortures asì! Mañana vas a hablar con él y verás que todo se va
a solucionar...
L:
Ojalà...
DJ:
Ahora descansa un poquito y yo te aviso cuando està listo el almuerzo
Doña
Julieta diò la bendición a su hija y le besò la frente antes de bajar en la
cocina.
El
resto de la jornada pasò tranquilo para Lety. En la tarde, Tomás fue a verla en
su casa y ella le contò sobre la junta de mañana en Conceptos
T:
Claro, ¡Ahora tienen miedo! ¡Deberías aprovecharte y quedarte con las dos
emprezas!
L:
Ay Tomás ¿Como crees? ¡Nunca voy a hacer algo asì!
T:
Claro...nunca podrias hacer semejante desplan a Mandiola ¿verdad?
L:
¡Mendiola Tomás! Y no es por eso. ¡Es una cuestion de moralidad!
T:
Sì moralidad... ¡Ay no te hagas Lety! ¡Tu estás todavía enamorada de ese tipo!
¿Acaso no es asì?
Lety
no tuvo tiempo de contestar puesto que Erasmo los llamò para merendar
T:
¡Te salvò la campanilla!
Lety
solo hizo una mueca
Fernando,
en lo contrario, había pasado una jornada muy agitada a pesar de los intentes
de Lalo para tranquilizarlo...
Finalmente
la noche había calado sobre la Ciudad de México. Lety estaba en su cama, algo
inquieta por la junta de la mañana pero, sobretodo, estaba ansiosa de volver a
ver a Don Fernando
L:
¡Por fin! ¡Por fin voy a verlo mañana! ¡Dios estoy tan nerviosa! Solo espero
que él quiera escucharme...
Fernando
también estaba agitado. Como de costumbre, paseaba de ariba por abajo en su
recamara hasta que se sentò en el sillón frente de la ventana
F:
¡Basta Fernando! ¡Si sigues asì no vas a llegar hasta mañana! ¡Tienes que
calmarte! Sì, ¡Como si estubiera facil! ¿Con que cara voy a mirarla mañana? ¡Ya
basta! Mañana verás...
Fernando
se había metido finalmente en la cama y, tras un piensamiento y otro, logrò
dormirse a las tres de la mañana.
Habían
pasado de poco las 7 cuando el despertador de Leticia sonò. Tras abrir los ojos
y levantarse, Lety se mirò en el espejo que tenía colgado detrás de la puerta
de su cuarto.
L:
Hoy es el gran día... ¡Allì te voy Lety! ¡Voy por ti mi amor!
Fernando
se despertò de golpe, pronunciando el apellido de su amata...
Sigue...
Boa noite. Adorei lê a tua fic. Você escreve muito bem. Continue assim. Parabéns. Bjos
ResponderBorrarGracias querida! Ahorita voy a poner los otros capitulos :)) Un beso! <3<3<3
BorrarGracias . Já estava ansiosa esperando os próximos capítulos. Bjos :D
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