Capítulo
59
__________________
El
frenesí de la pasión
F:
¿¡Aldo Domenzaín va a estar en la junta!?
Lety
empezó a temblar. Ella sabía perfectamente cuanto Fernando no soportaba a Aldo,
sobretodo por culpa de lo que ella le había contado cerca de lo sucedido con el
chef en Acapulco. Aunque luego le había asegurado que nada de lo que le había
dicho en la ciudad costeña cerca de el chef era cierto, Lety sabía que Fernando
seguía odiando a Aldo con toda su alma y más porque Aldo no ocultaba mínimamente
su intención de conquistarla.
Con
voz temblante, Lety le contestó:
L:
Así es, Don Fernando
Fernando
la miró fijo en los ojos muy enojado
F:
¿Y eso para qué?
L:
Pues porque tiene que hablarnos de un proyecto que va a ser muy provechoso por
la empresa...
F:
¿Y usted ya sabe de qué se trata, Leticia?
Lety
sabía perectamente que cuando Fernando la llamaba con su nombre de pila y no
estaban en ciertas situaciones, quería decir que estaba enojado
L:
...sí
F:
¡Claro! ¡Que pregunta la mía! ¿Verdad?
Marcia
lo miraba boquiabierta. Era claro que Fernando estaba más que enojado...
Luigi
también empezó a ver la situación bastante rara así que externó su parecer:
LL:
Pituca, si no te conociera diría que estás celoso de la orny...
Lety
se puso muy nerviosa y empezó a reír histericamente
L:
Ji ji ji ji ay Luigi ¡Que chistoso eres! Ji ji ji ¿Cómo se te ocurre una tontería
así? Además, ¿Quién podría sentir celos para mi?
Justo
en ese momento, Aldo hizo su ingreso en la sala de juntas
A:
Yo. Sí fueramos novios, seguro estaría celoso si alguien se te acercara,
Leticia.
Lety
desorbitó los ojos quedandose boquiabierta mientras que Fernando empezó a
sentir picor en las manos, signos que quería llenarle la cara de dedos al güerito.
¿¡Cómo se atrevía a decir eso de su novia y encima en su presencia!?
A:
Buenos días a todos. Perdón por el retraso pero me quedé embotellado en el tráfico
L:
No te preocupes, Aldo. Toma asiento, por favor
Antes
de sentarse, Aldo se acercó a donde estaba sentada Leticia y le dio un beso en
la mejilla.
Lety
se sintió muy incómoda. No tanto por el beso, si no por la presencia de
Fernando que no le quitaba los ojos de encima. Lety sabía que a Fernando Aldo
le caía gordo y que el gesto que había cumplido su amigo chef, era como un
desafío para él...
Aldo
se sentó en la silla a la derecha de Lety así que tenía en frente a Fernando.
Fernando, por su cuenta, no soportaba la presencia del güerito sonriente en la
junta y menos soportaba verlo sentado cerca de su mujer. Aldo miró hacia
Fernando y le sonrió con sorna.
LL:
¡Oh my God! ¿Y esta aparición quién es?
L:
Él es Aldo, Luigi. Un amigo mío de Acapulco y chef de fama internacional
Aldo
sonrió sintiendo el cumplido que le había hecho Lety y luego se volteó hacía
Luigi y se presentó
A:
Mucho gusto. Yo soy Aldo Domenzaín.
LL:
El gusto es todo mío, bombón
Luego
Aldo miró a Fernando y, aún feliz por como lo había presentado Lety, lo desafió
con la mirada
A:
Mendiola...
F:
Domenzaín...
Marcia,
que se estaba cansando de la situación, sobretodo viendo como Fernando y Aldo
se desafiaban con la mirada para contenderse la atención de Leticia, propuso de
empezar con la junta
M:
A ver, Leticia, ¿Para qué nos convocaste?
L:
El motivo, Doña Marcia, es que quiero actualizarlos cerca de lo que está
pasando en estos días en la empresa
M:
Bueno, empezamos entonces...
Lety
empezó con explicarle el motivo por el cual tenía una cita con los de Krauss
Publicidad en la tarde. Como aún ellos debían a Conceptos una buena cantidad de
dinero, Lety quería hablar personalmente con el gerente de la compañía.
L:
Don Fernando, necesitaría que usted de acompañara a hablar con el Señor Luciano
en la sede de Krauss Publicidad, si es que puede
F:
Claro Lety, para mi no hay problemas...
Fernando
le lanzó una mirada de desafío a Aldo y le hizo la que parecía una mueca
L:
Y, Luigi, tengo que ponerte al tanto de lo que pasó con el Señor Fernández
LL:
¿Señor Fernández?
F:
Alejandro Fernández, Luigi
LL:
¿Alejandro Fernández el cantante?
L:
Eso mero
Luigi
echó un grito de felicidad
LL:
¿¡Mi Alejandrito precioso estuvo aquí!?
L:
Sí; ayer en la mañana
Como
de costumbre, Luigi se puso histérico
LL:
¿¡Y por qué no me avisaron!?
F:
Porque vino para hablar con la Presidenta, Luigi, no contigo
LL:
Ja ja ja ¿Y de qué quería hablar con la orny?
F:
¡¡Deja de llamarla así!!
Marcia
lo miraba boquiabierta. ¡Fernando estaba evidentemente celoso de Lety!
L:
No se preocupe, Don Fernando, no pasa nada... Luigi, el Señor Fernández vino
por cuestiones de trabajo. En síntesis, Don Alejandro está lanzando su nueva
canción y quiere que Conceptos realize su videoclip
LL:
¿¡En serio!?
Los
ojos de Luigi resplendían de emoción
F:
Sí, mariposita. Y además Alejandro puso como condición que fueras tú en persona
el que tiene que ocuparse de ese videoclip
O:
¿Y cual es la canción por la que necesita el videoclip?
F:
Aún no sabemos, Omar. Pero creo que si aceptamos, lo vamos a descubrir muy
pronto
LL:
¿Si aceptamos? ¿O sea que aún no le dijieron que sí?
L:
No, Luigi. Todavía no
LL:
¿¡Pero por qué!? ¿Acaso pensaban que yo no iba a aceptar o qué?
L:
No es eso. Es que las condiciones para grabar ese videoclip son un poquito
particulares...
LL:
¿O sea?
F:
O sea que Alejandro quiere que el videoclip esté listo a más tardar el próximo
miercoles
O:
¿¡Qué!? ¿Pero está loco o qué?
LL:
Petaca, no te atreves a hablar mal de mi idolo o te voy a arañar con mis uñas que
están frescas de manicure
F:
Sí Omar, ten cuidado o la mariposita aquí te va a arañar con sus uñas pintadas
de rosa flamingo
O:
¡Dios no quiera! Ja ja ja
Lopez
hizo la risa que le era típica y se pasó una mano en su cabeza casi calva
LL:
Ja-ja que chistos son los dos. Como sea, orny, no veo donde está el problema...
L:
¿Me estás diciendo que para ti es posible realizar ese videoclip en menos de
una semana?
LL:
¡Claro! ¡Yo soy Luigi Lombardi la star y no hay nada que sea imposible para mi!
L:
¿Eso quiere decir que le puedo decir al manager del Señor Fernández que
aceptamos?
LL:
¡Claro! Voy a estar muy feliz de trabajar con Alejandro. Dile que hoy mismo
podemos acordarnos cerca de los detalles del videoclip
L:
Es que hoy no se puede, Luigi
Luigi
resopló
LL:
A ver ¿y ahora por qué no se puede?
F:
¿Acaso no oíste lo que dijo Lety hacia un momento?
LL:
No petaca. Generalmente trato de evitar los sonidos que me estorban
Fernando
hizo por levantarse de la silla para ir a golpear a Luigi pero Lety le estrechó
la mano por dejado de la mesa así que Fernando se paró. No era el caso que
todos de dieran cuenta de lo que había entre ellos y menos Lety podía
permitirse renunciar a su diseñador, sobretodo ahora que estaba explícitamente
requerido por el mismo Alejandro Fernández. Cuando vio que Fernando se había
tranquilizado, Lety le contestó a Luigi:
L:
Porque tenemos una cita con los de Krauss Publicidad, Luigi.
LL:
¿Y qué es más importante: los de Krauss o el video de Alejandro?
F:
Luigi, aquí no se trata de elegir entre lo más importante. Los dos son
fundamentales para Conceptos, ya que desde el dinero que va a entrar desde esos
proyectos depende el pago de la deuda y el destino de la empresa
Luigi
empezó a hacer berrinche como un niño así que Lety buscó la manera de tenerlo
quieto
L:
Luigi, te prometo que mañana mismo voy a llamar a Don Alejandro y le voy a
pedir si está dispuesto a venir aquí para hablar personalmente contigo. Estoy
segura de que va a estar encantado de conocerte
LL:
Por supuesto, darling. Yo soy Luigi Lombardi, el más grande de los diseñadores
y el con quién todos quieren trabajar. Acuerdate que fue gracias a mi que
Conceptos se ganó un León de oro en Cannes
L:
Claro que sí, Luigi
Resuelta
la cuestión de Alejandro Fernández, quedaba la de la Expo-Feria. Lety no sabía
como introducir el argumento ya que tenía miedo de la reacción de Fernando,
hasta que él mismo movió el primer paso...
F:
Y dime, Domenzaín, ¿A qué se debe el “honor” de tu visita? Porque no creo que
te entiendes de música u de video clip...
Lety
buscó un poco de valor y finalmente explicó a todos a qué se debía la presencia
de su amigo en la junta
L:
Aldo está aquí por hablarnos de un proyecto que puede resultar muy provechoso
para Conceptos, Don Fernando
A:
Así es. Se trata de una Campaña de Turismo Gastronómico organizada en acuerdo
con la Expo-Feria
M:
¿Y Conceptos que tiene que ver con todo esto?
L:
Conceptos se ocuparía de la publicidad y de la difusión de la campaña a nivel
nacional e internacional, Doña Marcia
A:
Exacto. Además, casi al mismo tiempo, yo voy a lanzar mi libro así que
Conceptos se podría ocupar también de eso
La
mirada de Lety se iluminó y, muy excitada, se volteó hacia Aldo y, mirandolo en
los ojos, le inquirió:
L:
¿Ya lo terminaste?
A:
Sí, Leticia
L:
¡Estoy verdaderamente feliz por ti, Aldo! Sé cuanto es importante ese proyecto
para ti y me dá muchísimo gusto que por fin hayas terminado tu obra
Fernando
se hizo escapar una carcajada
F:
¿Ahora te dedicas también a escribir libros? Ja ¿Y de qué se trata? ¿De un
recetario?
Aldo
empezó a enervarse aunque trató de mantenerse lo más calmado posible
A:
No, Fernando. Se trata de un libro que habla de la cultura; de la tradición; de
la esencia de México. La comida es vida; es amor; es emoción
Fernando
lo miró ésceptico y empezó a hacerle muecas junto a Omar. Los dos parecían
niños chiquitos y por fin, después de mucho tiempo, parecía que entre ellos
todo había regresado a la normalidad. Aunque se divertía bromeando con Omar,
Fernando sabía perfectamente que la verdadera intención del güerito era estar
cerca de Lety y eso no le gustaba para nada...
Marcia,
que se había dado cuenta de que Aldo estaba interesado a Leticia desde la noche
del cóctel del Círculo, decidió aprovechar de eso y apoyar el plan de Aldo de
modo que él pudiera conquistar a Lety y así alejarla de Fernando
M:
Para mi es un proyecto muy interesante aunque hay que ver cual sería la gananza
para nosotros...
A:
Pues, Señorita Villaroel, mi amigo Guillermo Andreu, que es el que se ocupa de
todo el proyecto, me habló de dos millón de dólares...
O:
¿¡Dos millón de dólares!?
A:
Así es. A proposito, Omar, nadie nos ha presentado aún...
O:
Tienes razón. Yo soy Omar Carvajal, Vicepresidente de Conceptos
L:
“Ex” Vicepresidente, Omar
O:
Tienes razón, Lety. Ex Vicepresidente
A:
¿Lety?
O:
Sí, así se llama. ¿No sabías?
A:
Por supuesto que sé como se llama “Leticia”. Lo que me extraña es que tú la
trates con tanta confianza...
O:
Es que nos conoscimos desde mucho con la Presidenta así que hay confianza entre
nosotros. ¿Verdad Lety?
Fernando
se puso una mano en la frente sintiendo semejante tontería.
¿Como
Omar no entendía que Lety lo odiaba?
Lety,
por su cuenta, lo fulminó con la mirada y no le contestó. Ella había perdonado
a Fernando por todo lo que había pasado pero sabía que nunca hubiera podido
perdonar completamente a Omar y más porque él ni siquiera se había disculpado
con ella
L:
Como le decía, pensé que podía ser un proyecto muy interesante para Conceptos. Acuerdense
que necesitamos sei millón y medio de dólares dentro de poco tiempo para pagar
la dichosa deuda
M:
¿Y cuando empezaríamos?
L:
Lo antes posible, Doña Marcia. Sería el caso de contactar gente de Europa y de
Estados Unidos para difundir la campaña también a nivel internacional. ¿Qué te
parece?
Como
Lety no miraba a nadie en particular, ya que estaba buscando algo en su carpeta,
Fernando pensó que se refería a él y le contestó
F:
Me parece una idea espléndida, Lety
Todos
se extrañaron. Primero que todos Paula Maria, que miraba a Fernando
boquiabierta. Lety había puesto la pregunta de manera demasiado informal para
que se refiriera a Don Fernando. A menos que...
Lety
levantó los ojos de su carpeta muy avergonzada, viendo como todos miraban a
ella y a Fernando así que se apresuró en corregirse
L:
Es que yo le pedía a Aldo, Don Fernando
F:
Sí, claro... Disculpeme, Lety
Aldo
sacó su sonrisa más esplendida cuando le contestó a Lety casi en tono sensual y
mirandola intensamente en los ojos
A:
Me parece perfecto, Leticia
Lety
advirtió otra vez ese extraño escalofrío
Fernando
hirvió al ver al güerito coquetenadole a su mujer con tanta desfachatez ¡y más
hirvió al ver la sonrisa que Lety le regresó a él!
F:
¡¡Un momento!!
LL:
¿Qué pasa, pituca?
F:
Si de verdad debemos contactar a gente de Europa y de Estados Unidos, eso
quiere dcir que alguien tiene que viajar para allá ¿no?
Lety
advirtió otro un escalofrío pero esta vez el motivo era otro... Aún se acordaba
perfectamente de como se había sentido cuando Fernando había tenido que viajar
a Estados Unidos para 15 días. Se sentía tan sola en esa época y tan vacía sin
él. ¡Y eso que aún él no la pelaba! ¿Y qué cuando ella se fue a Acapulco y
estuvo lejos de él para dos semanas? ¿Qué pasaría si Fernando tendría que
alejarse otra vez de ella?
M:
Claro, Fernando. Pero eso no es un problema; Omar se puede viajar a Europa y tú
y yo nos vamos juntos a Estados Unidos
Lety
desorbitó los ojos así como Fernando
F:
¿¡Qué!?
M:
¿No te gustan los Estados Unidos? Si prefieres podemos ir nosotros a Europa y
Omar se va a Estados Unidos. ¿Para ti sería un problema, Omar?
O:
Claro que no. A mi me dá igual, no hay problemas. Que decidan ustedes que son
los tortolitos. Además podrían aprovechar para hacer ahí su luna de miel
Ahora
sí los ojos de Fernando amenazaban con salir de sus orbitas mientras la idea de
matar a Omar crecía dentro de su mente
M:
¡Claro! ¿Como no lo había pensado antes? ¡Es una idea genial! Así combinamos
los negocios con el placer. ¿Qué te parece, mi amor?
Fernando
empezó a sudar frío. ¡Era claro que la idea no le gustaba mínimamente! ¡Primero
que todo porque no tenía intención de casarse con ella y segundo porque no quería
alejarse de Leticia y más ahora que el güerito estaba rodeandola!
Aldo
hizo una sonrisa de triunfo al escuchar las ideas de Marcia. todo eso, en el
fondo, era algo que iba a su favor ya que era su intención alejar a Fernando de
Leticia.
Lety,
por su cuenta, estaba visiblemente nerviosa. La idea de que Fernando partiera
ya no le gustaba para nada pero, el hecho de que se fuera con Marcia ¡y además
para su luna de miel! ¡era catastrófico! Por los nervios, la pierna derecha de
Lety empezó a temblar y con ella todo su cuerpo así que Aldo tuvo la confirma de
que toda esa situación no le causaba la más minima gracia a Leticia.
Tomás
también entendió el estado de ánimo de su amiga. Aunque Lety no lo quería
admitir con él, Vicepresidente financiero sabía perfectamente que ella seguía
muy enamorada de Mandiola así como sabía que Fernando sentía algo sincero por
ella, después de lo que vio en el aeropuerto cuando Lety partió por Acapulco.
Viendola tan nerviosa con todo esto de la boda de Mandiola con Marcia, Tomás
decidió alentar la situación
T:
Perdón que me meta, Doña Marcia, pero me parece un poco aventado hablar de eso
ahora. Primero hay que planear todo el proyecto y las estrategias que
intendemos adoptar en el mercado nacional y luego podemos hablar de expander la
campaña a nivel internacional en el extranjero.
Aldo,
obviamente, no podía ni sospechar que Tomás estubiera del lado de Fernando así
que se convenció de que su nuevo amigo actuaba en buena fe y más porque estaba
enterado de todo lo que había pasado entre Leticia y Fernando
A:
Mi amigo Tomás tiene toda la razón. Además tengo que hablar con Guillermo para
decirle que aceptaron. Es mejor que antes que todos hablen con él para decidir
juntos como actuar
Fernando
hizo un respiro muy hondo y se tranquilizó. Almenos por el momento estaba a
salvo de las garras de Marcia.
L:
Bueno Aldo, entonces habla con tu amigo Guillermo y luego planeamos una reunión
con él aquí en Conceptos de modo que podemos planear juntos la estrategia mejor
A:
Okey
L:
¿Pasamos al siguiente punto?
Con
la ayuda de Tomás, Lety actualizó los presentes cerca de los últimos
acontecimientos y los últimos logros de Conceptos. Marcia la miraba muy fría
por todo el tiempo. Aunque Lety parecía una bendición para la empresa, ella no
podía evitar odiarla. Por su culpa, su novio había empezado a alejarse de ella
al punto que ahora ni siquiera tenía ganas de estarle cerca. Antes era
distinto; cuando Marcia empezó a sospechar que Fernando tenía una amante, era
porque él se refiutaba de hacer el amor con ella pero, por lo menos, seguía
duermiendo a su lado. Ahora todo era distinto. Desde que Leticia se había ido
de la empresa la primera vez, para irse a Acapulco, Fernando había empezado a
portarse como un loco. Habían sido varias las veces en que Marcia lo había encontrado
llorando o hecho una fiera pero sobretodo un episodio estaba grabado en su
memoria: la noche en que la vecina de Fernando la había llamado para decirle
que su novio de portaba como un loco. Aún tenía grabada la imagen de la casa de
Fernando con varios platos rotos y los muebles puestos de cabeza. Aún no conocía
el motivo, pero era claro que Leticia le había hecho algo gravísimo para que
Fernando se pusiera así. Si esa noche él estaba tan enojado con ella, ¿Por qué
ahora parecía renacido el idilio entre los dos? ¿Como había hecho la gargolita
para hacerse perdonar si la propia Marcia había oído a Fernando maldecir el día
en que la conoció?
Todo
ese pensar a ellos juntos, le dio dolor de cabeza. Lo único que quería la
productora ejecutiva, era salir de esa sala lo más pronto posible
M:
Bueno, yo creo que terminamos. Si me permiten, yo me voy
L:
Un momento, Doña Marcia. Aún no he terminado
LL:
Tu intención es tenernos aquí todo el día ¿Verdad orny?
L:
¡Claro que no, Luigi! Aunque porque tenemos una junta con los de Krauss
Publicidad en más o menos una hora
Marcia
ahora no soportaba oír ni la voz de Lety así que empezó a enervarse
M:
¿¡Entonces!? ¿Qué más tienes que decirnos?
Lety
hizo un hondo respiro y después miró a su secretaria
L:
Paula Maria, quiero que venga puesto a verbal que, a partir de la fecha de hoy,
el Señor Fernando Mendiola será el nuevo Vicepresidente de Conceptos así que,
si no hay objeciones, que quede su ascenso consignado en el acta
PM:
Claro, Lety.
Aldo,
Marcia y el propio Fernando quedaron boquiabierta. Los primeros dos por la
desfachatez de Leticia mientras que Fernando se quedo en shock por la sorpresa.
Era claro que no se esperaba algo así. Omar, por su cuenta, sabía que Lety seguía
enamorada de su amigo así que no le importaba que ahora Fernando ocupara
oficialmente la vicepresidencia de Conceptos. Además, tenerlo otra vez en el
equipo de los ejecutivos, representaba una ventaja también para él. Sin hacerse
ver, Fernando puso una mano sobre la rodilla de Lety y le regaló una tierna
caricia para agradecerle. Lety sonrió y de sopetón le guiñó el ojo. Después de
mucho, Lety y Fernando habían vuelto complices en el trabajo.
Marcia,
que ya había alcanzado su ápice de soportación hacia la gargolita, se puso como
fiera pero, ya que quería evitar cualquier cuestión en presencia de tantos
desconocidos, se limitó a inquirirle entre dientes:
M:
¿¡Ahora es todo!?
L:
Sí, Doña Marcia. Se pueden ritirar
Marcia
se levantó de su silla y se apresuró en salir de la sala de juntas secundada
por Lopez. Esa reunión había sido demasiado azarosa para ella así que lo único
que quería era alejarse de todo eso y sobretodo de su acérrima enemiga.
O:
Caro, antes de que te vayas, ¿Podemos hablar un momento?
C:
Sí, claro... Con permiso
Antes
se secundar a Omar, Carolina miró hacia Lety ya que sentía su mirada clavada en
su espalda, y le sonrió para tranquilizarla.
Luego
los dos salieron de la sala de juntas así que Aldo aprovechó para acercarse a Lety
y ofrecerlee una invitación para almorzar juntos. Cuando estaba por hablarle,
pero, Luigi lo interceptó
LL:
Aldo...
A:
¿Sí?
LL:
Necesito hablar contigo del proyecto
A:
Claro. Podemos hablar de eso después del almuerzo ¿Te parece?
LL:
¡No, no, no, darling! Yo tengo muchísimas ideas y prefiero hablar contigo ahora
así que ponte las pilas porque yo, Luigi Lombardi, te invito a comer
A:
Lo siento mucho, Luigi, pero mi intención es ir a comer con Leticia
Lety
tragó saliva mientras veía como Fernando fulminaba a Aldo con la mirada
L:
No te preocupes, Aldo, vete a comer tranquilo con Luigi. Igual yo tengo que
hablar de un asunto muy importante con Don Fernando antes de mi cita con los de
Krauss
Para
Aldo esa fue como una ducha fría. Leticia lo estaba abiertamente rechazando
para quedarse con Fernando
LL:
¡Perfecto! Vámonos angelito
Luigi
tomó a Aldo por el brazo y lo arrastró afuera de la sala de juntas sin que él
pudiera añadir algo más. Sintiendose como el tercer incómodo y teniendo una
especie de cita con Alicia Ferreira en su oficina, Tomás preferió ritirarse y
dejar a Lety y a Fernando a solas.
T:
Tengo que hablar con mi chica. Con permiso
L:
Propio, Tomás
Fernando
no esperó ni siquiera que Tomás cerrara la puerta para aventarse sobre Lety y
estamparle la huella de sus labios en los de ella.
L:
No sabes desde cuanto esperaba este beso...
F:
Yo también, mi vida
Fernando
siguió besandola por doquier: en la boca; en la frente; en las mejillas y hasta
se atrevió a besarla en el cuello, conociendo bien la reacción que causaban en
ella los besos en esa parte del cuerpo. Entre besos, Fernando le inquirió:
F:
Así que ahora soy el Vicepresidente de Conceptos...
L:
Exacto. Eres “mi” Vicepresidente
F:
Siempre he sido tuyo, Leticia, y siempre lo seré
Fernando
le tomó la mano y, acercandola a su boca, le besó dulcemente los nudillos.
Ese
gesto, unido a las palabras de Fernando, la hizo emocionar así que una lágrima
corrió por la mejilla de Lety
F:
¡No, mi amor! ¡No quiero que te pongas a llorar cada vez que te beso o voy a
terminar teniendo miedo de besarte y eso no quiero que pase nunca!
L:
Perdoname, Fernando. Es que últimamente ando bastante hormonal y será por eso
que soy un poquito más sensible...
F:
No te preocupes, mi vida. Sabes que a mi me gustas como sea que estés
Fernando
le sacó la lágrima con el pulgar y, después de haberle quitado un mechón de
cabellos desde la frente, volvió a besarla.
Más
Fernando la besaba, y más Lety sentía surgirle el desenfreno así que, dejandose
transportar por la situación y sin pensar en más, Lety se desabrochó los
primeros botones de su camiseta y atrajo Fernando a su cuerpo por la cintura
del pantalón, asidos sus dedos a la pretina para que él la acompañara hacia la
mesa donde luego se sentó. Fernando empezó a abalanzarse paulatinamente sobre
Leticia al tiempo que la besaba en el cuello. Él la necesitaba; necesitaba
sentir el contacto con su piel y con su cuerpo y no le importaba que estaban en
la sala de juntas y que alguen podía entrar. ¡Al contrario! Todo eso volvía
todo más excitante.
Preso
del frenesí, Fernando apartó el escote de Lety, topándose con la gargantilla
con el corazón que le había osequiado noches atrás cuando estaban en su casa, pendiendo
encima del sostén de encaje. Ver que Lety traía con ella su regalo, lo hizo
sonreír y emocionar al mismo tiempo. Lety, por su cuenta, estaba en éxtasis.
Hacía demasiados días que no hacía el amor con Fernando y sentía la necesidad
de sentirlo completamente suyo; de sentir su cuerpo dentro del suyo y su boca
pegada a su piel. Sintiendo que su excitación aumentaba, Lety no pudo
contenerse más así que lo atrajo más cerca de su cuerpo, encadenándolo con su
pierna derecha y percatandose de que Fernando también la necesitaba.
Preso
por entero por el desenfreno, Fernando empezó a mecharse sensualmente entre los
muslos de Lety al tiempo que la besaba en la boca, encendiéndola con el juego
de su lengua. Sentir el cuerpo de Fernando tan cerca del suyo, hizo que Lety se
dejara escapar un pequeño gemido así que Fernando entendió que su mujer estaba
lista para el siguiente paso. Parandose un momento, Fernando la miró
intensamente en los ojos. La pasión ardía en su mirada junta a todo el amor que
sentía hacia ella:
F:
Te amo, Leticia. Te amo más que a nadie en el mundo
L:
Yo también te amo, Fernando. Eres mi hombre; eres mi vida; ¡eres mi todo!
Fernando
le dio un beso que le quitó completamente el respiro y aumentó sus ganas de
sentirlo dentro de ella así que Lety le puso una mano en la nuca y profundizó
el beso, jugando con su lengua al tiempo que Fernando abría la cremallera de su
pantalón. Finalmente Lety se abandonó al deseo, completamente en éxtasis bajo
su poderío.
Cuando
solo un ínfimo espacio los separaba del empezar la danza del amor, se oyó
alguien que abrió la puerta. Enredado por el frenesí, Fernando no se dio cuenta
de nada hasta que vio Lety pararse en seco y cubrirse apenada su pecho.
Extrañado,
Fernando se volteó hacía donde Lety miraba con los ojos llenos de terror y se
percató de que alguien había entrado en la sala de juntas...
Sigue...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario