Capítulo
42
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¿A
quién ama Lety?
El
sol iluminaba tímidamente el ambiente, filtrándose a través del traslúcido
cortinado que cubría la ventana de la recámara de Fernando. Era el amanecer de
un nuevo día en la Ciudad de México.
Fernando
dormía con la sonrisa todavía dibujada en sus labios, al igual que Lety, que reposaba
plácidamente entre sus brazos.
Los
dos estaban abrazados, dándose calor el uno al otro. Parecía que nada podía
estorbarlos hasta que el sonar de un celular interrumpió el descanso de
Leticia. Lety se incorporó un poco, tratando de no despertar a Fernando, y se sentó
a un lado de la cama, respondiendo en voz baja
L:
¿Bueno?
D.J:
¡Lety! ¡Mi h’jita! ¡Por fin te ecuentro! ¿Donde estás?
L:
Ay hola mamacita... Estoy...
Doña
Julieta casi no la dejaba hablar puesto que estaba muy nerviosa por la ausencia
de su hija
DJ:
Lety, dime la verdad, ¿Pasaste la noche afuera con ese amigo tuyo que vino
desde Acapulco?
L:
¡Ay no mamà ¿Como crees?! ¡Claro que pasé la noche en mi casa! Es que hoy tenía
un desayuno muy muy importante de negocios y era muy temprano, asì que salì prácticamente
de madrugada de la casa
DJ:
Lety, ¿Estás segura que no me estás hechando mentiras?
L:
Cla... ¡Claro que no mamacita!
DJ:
Està bien mi amor, entonces nos vemos más tarde en la casa
L:
Sì, claro. ¡Adiós mamacita! ¡Te amo!
Lety
no tuvo ni tiempo de terminar la llamada que Fernando la abrazó por detrás,
arrastrandola en la cama y dandole un beso en la mejilla
F:
¿A quién le estabas diciendo “te amo”, mi vida?
Lety
estremeció con solo sentirlo llamarla “mi vida”
L:
Bu... Bu... ¡Buenos días Don Fernando! Estaba hablando con mi mamà
F:
Y dime, ¿Desde cuándo tu traes celular?
L:
No hace mucho... En realidad fue un regalo de Carolina. Cuando regresamos desde
Acapulco, ella me convenció que no podía seguir sin celular asì que fue ella
misma que me lo compró, unos días después que regresamos a México.
F:
Ah, entiendo...
Fernando
hizo voltear a Lety hasta que sus rostros se enfrentaron y, tras acariciarle la
mejilla con la yemas de sus dedos, le estampó un beso en los labios, empapado
de ternura.
F:
Buenos días mi vida
Lety
se limitó a sonreír, todavía incrédula por lo que había pasado entre ellos esa
noche.
F:
¿Tienes hambre?
L:
Un poquito...
F:
Bueno entonces voy a prepararte el desayuno
Antes
de que Fernando se levantara de la cama, Lety le inquirió
L:
Don Fernando, ¿Cómo se siente?
F:
Me siento muy bien Lety, gracias. Pero me sentiría mejor si tu siguieras tuteándome...
Lety
tragó saliva. ¡Nunca podía imaginarse que Fernando tomara tan bien el hecho que
ella lo tuteara! Lety lo miró en los ojos y le sonrió, otorgándole la razón
L:
Està bien... Fernando
Fernando
se le acercó y le pinzó las comisuras de los labios entre sus pulgares e
índices:
F:
¡Asì me gustas!
después
le estampó un beso en los labios y añadió:
F:
Voy a preparar el desayuno y regreso. Tu quedate aquì tranquila que yo te lo
traigo en la cama
Tras
darle otro picoreto, Fernando se dirigió en la cocina
Lety
decidió aprovechar el tiempo para hacerse una ducha. Cuando entró en el baño,
se refrescó el rostro y se miró en el espejo
L:
Ay, todavía no lo puedo creer... Pasé la noche con él, ¡con Fernando! Deseaba
este momento desde muchísimo tiempo... Me siento feliz, ¡muy feliz!
A
Lety se le dibujó una sonrisa picara en la cara con su último pensamiento
L:
Y él también me parece feliz ji ji ji Ay mejor me meto en la regadera antes que
se me haga demasiado tarde...
Fernando,
mientras tanto, estaba en la cocina preparando el desayuno al tiempo que
cantanba un viejo éxito de Luis Miguel
F:
Pasaran más de mil años, ¡muchos demás!, Yo no sé si tenga amor la eternidad...
Pero allà, tal como aquì, en la boca llevaras, ¡sabor a mi!
E:
¡Guau que felicidad!
F:
¡Hola Lalo! ¡Muy, pero ¡muy! buenos días!
Lalo
sonrió con plena autenticidad viendo su amigo tan excitado y feliz
E:
Buenos días Fernando. ¿A qué se debe tanta felicidad?
Fernando
alzó picaramente sus cejas, sonriendo
F:
¿No te imaginas?
E:
Uy, no me digas que... ¡Se reconciliaron ¿verdad?!
F:
Asì es amigo mio. ¡Lety por fin me dio otra posibilidad!
E:
¡No sabes como te felicito Fer! ¿Y donde està ahora ella?
F:
En mi recámara. Le dije que le iba a preparar el desayuno y que se lo llevaba
en la recámara. Por cierto, ¡Muchas gracias por enseñarme a cocinar! Aunque sea
solo el desayuno... Ja ja ja
E:
No hay de que Fer. Bueno entonces te dejo con ella. Nos vemos más tarde
F:
Oye, ¿A donde vas tu, tan contento?
E:
Eso es un secreto
Lalo
le guiñó el ojo y salió.
Cuando
Fernando regresó en la recámara, y se percató que Lety no estaba en la cama, fue
asalido de un sentido de angustia con solo pensar que ella pudiera haberse ido
pero en seguida se dio cuenta que eso no era posible ya que no había bajado las
escaleras. Más tranquilo, Fernando se percató que se oía desde el baño un sueno
de agua
F:
Mi Lety ha de estar en la regadera...
Cuidadosamente
Fernando se acercó a la puerta del baño, que estaba entreabierta, y decidió
entrar.
A
Fernando se le secó la boca al ver el cuerpo de Lety bajo la lluvia de la
regardera.
El
agua caía en cascadas a través de su espalda cuando Fernando le hizo notar su
presencia en el baño
F:
Ehm, Le... Lety, està listo el desayuno...
Lety
se asustó al percatarse de su presencia y trató de cubrirse con los brazos, a pesar que el vapor que empañaba a la mampara ocultaba bastante su figura
L:
Està bien, ¡Ahorita salgo!
F:
¿No quieres que me meta allì contigo y que te lave la espalda?
Lety
sonrojó de inmediato
L:
No, no, ¡Por favor! Espereme afuerita ¿Sì?
Fernando
se desanimó
F:
Està bien Leticia, como quieres.
Cuando
Lety salió del baño, estaba envuelta en su toalla y con su cabello enfundado
con otra hecha turbante. Al ver todo lo que Fernando había preparado, se quedó
boquiabierta
L:
¿Y desde cuándo usted sabe cocinar?
Fernando
la miró feo y Lety entendió de inmediato
L:
Oops, perdón... quería decir, ¿Desde cuándo TU sabes cocinar?
F:
¡Asì està mejor! No hace mucho Lety; recién unos días. Fue Lalo que me enseñó. Pero
nomás el desayuno ja ja ja
L:
¡Que bueno! Vamos a ver entonces como cocinas ji ji ji
Fernando
adoraba sentirla reír. Esa risa le había faltado por mucho tiempo y ahora, por
fin, la risa de su Lety había regresado en su vida
Los
dos se sentaron en el sillón blanco de la recámara y disfrutaron del desayuno
L:
¡Mis felicitaciones! ¡De verdad te quedó riquísimo!
F:
Me da mucho gusto que te guste ja ja ja
Fernando
acercó su rostro a lo de ella y frotó tiernamente su nariz contra la suya, como
había hecho la noche pasada. Después le acarició picaramente la espalda con la
yemas de sus dedos al tiempo que recorrià toda su boca, afrancesando el beso.
Ese gesto hizo estremecer por completo a Lety que se entregò feliz a sus besos.
Cuando
Fernando separò sus labios de los de ella, Lety estaba todavía risueña, con los
ojos cerrados, y su cuerpo tembalaba ligeramente por la excitación...
F:
A ver, mi queridísima Presidenta, ¿Que vamos a hacer ahorita?
Lety
se sonrojó ¿Posible que Fernando se refería precisamente a “eso”?
Fernando
sonrió y entendió de inmediato que Lety le había dado doble sentido a su
pregunta. Abrazandola con mucho cariño, la reprendió jocosamente
F:
¡Ay mi Lety picarona!
Lety
ocultò su rostro en el pecho de él, muy apenada
L:
¿Por qué dices eso?
F:
¡A poco no te hagas Leticia! Pensaste con doble sentido ¿No es asì?
Lety
se avergonzó aún más pero admitió que era cierto
F:
Creeme que a mi también me encantaría repetir lo que pasò anoche pero yo creo
que ahorita deberíamos irnos a trabajar, vista la hora ¿No?
Lety
se separó de él y miró hacia el despertador
L:
¡Ay no se me hizo tarde! ¡Tengo que irme a Conceptos de volada! En cuanto a
usted, mi queridísimo Don Fernando, tiene que descansar para recuperarse de esa
debilidad que le causò la fiebre
Fernando
alzó picaramente su cejas
F:
¿La fiebre? Yo diría más bien que fue otra cosa a debilitarme...
La
cara de Lety se volvió roja como un tomate
Fernando
no pudo más que estrecharla
F:
Ya ya mi vida, tampoco lo tomes asì... ¡Fue una noche bellísima! Y... ¿Te digo
algo? Nunca quiero pasar otra noche sin ti. Quiero pasar todas las noches de mi
vida contigo a mi lado. ¿Que te parece?
Lety
rió nerviosamente. Todavía estaba risueña y no sabía que contestarle asì que
decidió desviar la conversación hacia el trabajo
L:
Me parece que todavía tienes la fiebre muy alta y que yo estoy retrasada.
Hagamos una cosa Fernando, yo me voy a Conceptos; tu quedate en la cama y descansa,
asì que para esta noche estés más relajado y en fuerzas. ¡Acuerdate que tenemos
que ir a atrapar a Cristian Castro en el cóctel del Círculo Creativo!
Fingiendo
un puchero, Fernando le inquirió:
F:
¿Y tu no te quedas a hacerme compañía?
Leticia
se derritió frente a esa mirada. Ella hubiera querido quedarse junto a él para el
resto de su vida pero no podía venir meno a sus obligaciones en Conceptos.
L:
Sabes que me encantaría Fernando, pero no puedo... Tengo que atender mis
obligaciones como Presidenta si queremos sacar adelante la empresa
Fernando
solo le sonriò y después se levantò repentinamente y se puso en posición de
firmes como un soldado
F:
¡Como usted ordena, Presidenta!
L:
¡Ay ya no seas payaso!
Fernando
se inclinò levemente y la besò en la boca
L:
Estas horas sin ti me van a parecer eternas...
F:
A mi también mi vida. Sin embargo piensa que al rato nos vamos a ver y vamos a
estar nuevamente juntos...
Lety
lo mirò fijo en los ojos y le hablò con la voz del corazón
L:
Te amo Fernando
F:
Y yo a tì mi Lety
Leticia
se levantó y lo abrazó por la cintura, regalandole un profundo beso lleno de
amor. Fernando supo que eso debía bastarle hasta la noche, cuando por fin él y
Leticia volverían a verse.
El
reloj marcaba casi las nueve y media cuando Lety se apersonó en Conceptos.
Llegando a primer piso, la Presidenta saludó sus amigas del Cuartel, luciendo
una sonrisa de orejas a orejas, antes de cerrarse en Presidencia.
El
Cuartel no pudo hacer otra cosa que darle vuelo al chismerío
Ma:
Oigan maniguis, ¿A ustedes no le pareció que Lety llegó con otro semblante hoy?
S:
¡Sì! ¡Està como flotando en las nubes! Se le ve a lengua que està muy feliz
PM:
¿Y quién no lo sería después de pasar la noche con semejante guapo?
Lo:
¿Que quieres decir con eso, Paula Maria?
PM:
¿A caso ustedes no se dieron cuenta que ayer Lety salió de esta empresa junto a
Aldo?
S:
¡Paula Maria tiene razón! ¡Yo también los vi salir juntos ayer en la noche!
J:
¿Serà por eso que Lety està tan feliz?
Ma:
¡Ay no maniguis yo no aguanto! ¡Necesito saber el chisme completo!
S:
¿Por qué no vamos a Presidencia y le preguntamos directamente a ella?
PM:
¡Claro! ¡Vamonos!
Lety
estaba con su diario en las manos cuando el Cuartel entró como un torbellino en
su oficina
PM:
¡Hola Lety!
L:
¡Hooola Paula Maria! ¡Buenos días muchachas!
J:
Hola Lety ¿Qué tal?
L:
Todo bien Juanita y ustedes ¿Como están?
Ma:
Bien, bien Lety... Claro, no tanto como tu maniguis...
L:
¿Que quieres decir con eso, Marta?
Lo:
¡Que se ve a kilómetros de distancia que estás al punto de estallar por la
felicidad Lety!
Tras
sonreír, Lety se inquirió entre sì: ¿Tanto se ve? Ji ji ji
PM:
¡Ay te cachamos amiga! Ahora no seas mala y cuentanos qué tal fue la noche que
pasaste con Aldo
Lety
se pasmó por completo
L:
¿La noche que pasé con Aldo? Pero...
Lo:
¡Ay Lety no te hagas! Todas te vimos salir con él ayer en la noche
L:
¡Ay no muchachas se equivocan! Aldo y yo, solo fuimos a cenar, ¡Nada más!
PM:
Pero eso no explica esa sonrisa que luces esta mañana Lety. ¿A poco estás tan
feliz por una cena? Digo, està bien que Aldo sea muy ¡pero muy guapo!, pero no te creemos nadita si nos dices que solo cenaron...
Ma:
Sì maniguis, seguro pasó algo más...
J:
¡Ya cuentanos Lety! ¿Se besaron?
L:
¡Por supuesto que no Juana! ¿Como crees? Si le digo que entre Aldo y yo no pasò
nada, ¡es porque de verdad es asì!
PM:
¿Entonces que es lo que te tiene tan feliz?
Lety
no sabía que contestar. ¡Seguro no podía decirle que venía de pasar una de las
noches más maravillosas de su vida junto al hombre que más amaba en el mundo!
L:
Es que... Nos està yendo bien con algunos negocios, por eso estoy feliz
Las
muchachas no le creían para nada pero se vieron obligadas a salir de
Presidencia cuando entró el Licenciado Mora, diciendo a Lety que tenía que
hablarle de algo urgente.
Salidas
de Presidencia, las muchachas se encerraron en el baño de damas, decretando un
codigo rojo. Irma, que todavía no sabía nada de los últimos acontecimientos,
fue informada por Marta.
Ma:
Maniguis, aquì algo no cuadra...
J:
Sì, seguro Lety nos està ocultando algo...
Lo:
¡Claro que nos està ocultando algo! ¡Nadie se pone tan feliz solo por
cuestiones de trabajo!
PM:
Chicas, ¿Saben lo que pienso yo? Que aquì hay olor de sexo en el aire...
I:
¡Ay Paula Maria, de veras que eres sin vergüenza!
Sa:
¡Ay ya Irma!
J:
¿Qué quieres decir con eso, Paula Maria?
PM:
¡Que Lety viene de pasar una noche increíble junto al hombre que ama! ¿No se
dieron cuenta que està como estaba cuando era novia de Tomás?
S:
A ver Paula Maria, Según tu, ¿Lety regresò con Tomás?
PM:
¡Ay claro que no! Y por serte sincera, por como yo los veo, esos dos nunca
fueron novios...
I:
¿Entonces insinuas que Lety nos engañó todo el tiempo encubriendo el hombre que
ama con Tomás Mora? Ay no Paula Maria, eso no lo puedo creer...
PM:
Bueno, bueno yo no digo eso pero... Pienselo muchachas. ¿Ustedes de veras creen
que Lety, en aquellos tiempos, estaba tan feliz por estar con un tipo como Tomás?
Lo:
En efecto... Tomás serà gentil, simpatico y todo ¡Pero es bien feo! Aunque
pensando a como era Lety antes...
I:
¡Lola! ¡Terminala de una vez con esos comentarios!
Lo:
¡Ay perdón Irmita pero yo digo solo la verdad! ¿A caso Lety no se ve mejor
ahora, con su nuevo semblante?
Todas
asintieron otorgandole la razón
En
Presidencia, Lety y Tomás estaban hablando del asunto de Krauss Publicidad
cuando a Lety le urgió comunicarse con su secretaria para pedirle unos datos. Viendo que el telefono sonaba, y que Paula Maria no contestaba, Leticia salió
de su oficina para averiguar que estaba pasando. No viendo las muchachas en sus
puestos, Lety entendiò de inmediato que de seguro estaban en junta en el baño y
se acercó donde los sanitarios, enteabriendo la puerta y quedandose a escuchar.
Ma:
Bueno manuguitas, volviendo a los de antes, ¿Quién sarà ese hombre que tiene
Lety tan en ascuas?
S:
Bueno, ya escludimos a Tomás y la propia Lety nos dijo que entre ella y Aldo no
pasa nada... ¿Quién nos queda?
Lety
quedó apabullada cuando se percató que el topico de la conversaciòn era, nada
menos que ella misma
S:
¡Seguro es alguien de Conceptos ya que Lety està encerrada aquì casi todo el día!
J:
Bueno, no son muchos los hombres aquì en Conceptos...
Lo:
Cierto. Excludiendo Tomás, queda Lopez, pero creo que sería más facil que Lety
cambiara de parroquia en vez de enamorarse de él...
Todas
se echaron a reír y incluso Lety soltó una pequeña risa
S:
¿Y si fuera el licenciado papito?
PM:
¿Don Omar? No, olvidalo. Eso no es posible. Don Omar es un mujeriego y no es la
clase de hombre que pueda gustar a Lety
S:
Entonces lo único que queda es Don Fernando. ¿Se acuerdan de la festa por el
ascenso de Lety, cuando ella lo veía en todos lados?
J:
¡Sì! ¡Y además él partecipó a la fiesta de cumpleaños de Lety!
Lety
tragó saliva
Lo:
Ay no ¿Como creen muchachas? Él està comprometido con Doña Marcia y además està
esperando un hijo suyo. ¡Sería de muy mal gusto que ella se mitiera en el medio!
Lety
no pudo aguantar más. Se sentía llena de culpa, quizás porque sus amigas tenían
razón con respecto a Fernando y a su historia con Marcia, entonces se volteó y reprendió
camino a su oficina.
Había
dado justo algunos pasos cuando las puertas del elevador se abrieron y del
mismo salió Aldo. El chef le llamó la atención pero, cuando Lety se volteó para
saludarlo, le dio un mareo y se desmayó...
Sigue...
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