sábado, 10 de enero de 2015

Capítulo 45

Capítulo 45
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Como me enamoré de ti

El corazón de Leticia latía más ligero de lo normal. El ceño fruncido de Fernando, indicaba que el asunto era muy serio. ¿Qué si le decía que se sentía obligado a casarse con Marcia, por el hecho del bebé, y que quería dejarla? No, eso no era posible... Sin embargo el pánico empezó a apoderarse de su cuerpo hasta que Fernando reanudó a hablar

F: Se trata de algo que pasó la noche previa a la junta del comité; la última que yo presencié como Presidente de Conceptos...

Lety tragó saliva

F: Esa noche yo te llevé a mi casa porque necesitaba estar contingo. ¡Quería pasar toda la noche contigo porque me hacías falta! Me hacían falta tus besos, tus abrazos, tus manos que me acariciaban y, por cierto, me hacía falta hacer el amor contigo. Me quedaba bien claro que tu no querías volver a estar conmigo hasta que yo rompiera mi compromiso con Marcia, pero mis ganas prevalecieron y no logré pensar con racionalidad. Creo que eso pasó porque tenía mucho miedo de haberte perdido, ya que parecía que tu preferías estar con Tomás en vez que conmigo...

Lety entristeció al acordarse como había tratado de darle picones con Tomás, en esa epoca en la cual estaba convencida que él solo jugase con ella.

F: Esa noche, cuando llegamos a mi casa, nos sentamos en el sillón y yo empezé a besarte... Fue entonces que sentí que todavía no te había perdido. Sentir tus besos tan dulces y sinceros, tal como los primeros que me dabas, me regresó a la vida. Lo único que quería, era demostrarte lo mucho que te amaba y confirmarte que tu eras la única mujer con quien quería hacer el amor por el resto de mis días.

La mirada de Lety se aguó

F: Cuando te escapaste, tras la llamada de la siempre inoportuna Marcia, yo me sentí desesperado. Necesitaba sentirte cerca de mi pero tu te escapaste dejandome solos y, ahora que estoy enterado de lo que tu sabías en esa epoca, no te culpo...

L: Lo siento mucho mi amor. No fue mi intencion hacerte sufrir. ¡Yo nunca podía imaginarme que tu te habías enamorado en serio de mi!

F: No mi vida, ¡ni lo digas! En todo caso yo me lo tenía merecido. Desde un principio debía confesarte lo del dichoso plan de Omar en vez que callarme. Lo que pasa es que tenía medio...

Fernando pausó su decir cuando el celular de Leticia sonó. Era Tomás que la informaba cerca del asunto con el Banco de las America, asegurandole que todo marchaba bien y que él se iba a encargar de resolver el asunto de Krauss, lo que dejó a Leticia todo el tiempo para comer tranquila con Fernando.

Tras la llamada, Fernando no quiso volver al tema, ya que se había dado cuenta que eso no era el lugar más adecuado para hablar de eso. Cuando terminaron de almorzar y se dirigieron al coche de Fernando, el mismo retomó el asunto y dejó Lety completamente descolocada con una afirmación:

F: Lety, quiero que hablemos de la carta de Omar

Lety desorbitó los ojos. Todavía no se sentía preparada para enfrentar tamaño asunto, sin embargo sabía que para Fernando era importante poderse explicar cerca de lo sucedido entonces aceptó que se fueran en un lugar donde podían platicar tranquilos, ya que Lety no tenía otras obligaciones pendientes en la oficina.

Fernando se sintió guiado por una fuerza superior que hizo que él escogiera como sitio el mismo parque donde Lety lo había conducido la noche de sus segundo beso. El parque donde las parejas de la colonia festejaban sus amoríos; el mismo parque en que Fernando le había confesado su interés hacia ella...

F: “Siento una energía maravillosa cuando está comigo...Me encanta su fortaleza, su seguridad, su don de gente... Usted es un ángelito; es mi ángel de la guarda...”

Y Lety verdaderamente era su ángel de la guarda nomás que Fernando se dio cuenta demasiado tarde, cuando ya su destino estaba echado...

Cuando llegaron, Fernando convenció Lety a sentarse en el columpio y, antes de empezar su relato, se perdió en la remembranza de esa noche de junio. La noche en que le confesó que estaba enamorado de ella...

F: “Usted hace que se me olviden todos los compromisos que tengo Lety, aunque siempre me los recuerda...”

Lety no lograba creer que alguien como él estubiera interesado en una mujer como ella. Según la otrora Asistente de Presidencia, era imposible que un hombre como Fernando Mendiola se hubiese enamorado de una fea, tal como era ella. Lety simplemente no encontraba motivo alguno para que eso sucediera

F: “¿Sabe que? Su inteligencia, su detreza para trabajar... ¿No cree que eso rapresenta un gran atractivo para un hombre?”

Lety lo negó con contundencia

F: “¿Entonces que pasa conmigo? ¿Por qué estoy enloqueciendo por usted? ¡Y no me vaya a decir que estoy confundido por favor!”

Leticia se había quedado viendolo boquiabierta y Fernando supo que iba en la la dirección correcta

F: “Lety, ¡eso prueba que los sentimientos están por encima de lo fisico! Usted tiene razón, sí, yo también creí que solo podían gustarme las mujeres bellas pero usted lo sabe... Con ninguna he sido feliz. ¡Por ninguna he sentido lo que siento por usted! Lety, con usted aprendí que el encanto de una mujer está en su espíritu... La belleza es algo que viene de adentro y yo a usted la veo... bella

Fernando verdaderamente veía a su Lety hermosa. Ella era todo lo que un hombre pudiera desear; estaba linda por dentro y por fuera. Su dulzura; su ternura; su saber ser mujer sensual cuando él la provocaba para que estubieran juntos; su lealtad, y muchísimas otras cualidades que Fernando bien podía enumerar.

Leticia, por su cuenta, estaba algo inquieta pero le brindó a su amado el tiempo necesario para que pudiera empezar su relato con tranquilidad. Ella sabía que Fernando necesitaba desahogarse y explicarse con ella, tal como le había pedido la noche previa a su viaje a Acapulco.

F: Antes de empezar, quiero pedirte perdón por todo el daño que ese maldito instructivo te causó. Me imagino que para ti debe haber sido horrible toparte con esa maldita carta...

Lety agachó la cabeza

F: Es que, ¡maldita sea! ¡Omar nunca hubiera debido atrevirse a escribir semejantes tonterías!

Lety suspiró hondo, tratando de mantener algo de calma. La carta de Omar la había destruido y ella estaba todavía colérica con aquel que un tiempo ocupaba la carga de Vicepresidente de Conceptos. El solo mencionar lo de la carta, la hacía hervir por sus adentros... Lety regresó de sus pensamientos cuando Fernando la pasmó con una pregunta:

F: Lety, ¿Puedo saber cuando fue que encontraste la carta?

L: ...el domingo en que regresemos de Cuernavaca, yo me fui a misa con mis papás y allí encontré un hombre que me miró fijo durante toda la misa. Al principio me dio miedo, porque era como si con su mirada me estubiera juzgando... Yo en esa epoca me sentía como “susia”; me sentía culpable y indigna de assisir a misa...

F: Eso fue por mi culpa...

L: No mi amor, ¡no te tortures! Simplemente yo sentí como que estaba traicionando los valores que siempre me enseñaron mis papás... Yo iba con un hombre comprometido y eso no estaba bien. Por eso desistí de la idea de comprarme una figura de San Juditas para mi oficina...

F: ¿Y qué con el hombre que te miraba? ¿Siguió mirandote?

L: No porque al salir de la iglesia lo había perdido de vista. Después de un rato, volví a encontrarlo y me hizo una predicción...

F: ¿Una predicción?

L: Sí porque él es un vidente. Se llama Jorge Flores y dice que tiene un don que agradece ayudando la gente que lo necesita. Él mismo me dijo que sintió como que mi corazón lo llamaba y allí me hizo el primer vaticinio

F: Y, en ese vaticinio ¿te reveló lo del plan de Omar?

L: De alguna manera... Don Jorge me predijo que encontraría un sobre amarillo donde estaban papeles en los cuales estaba escrito mi nombre muchas veces. Eso me dio mucho miedo...

F: Y... ¿Que pasó después?

L: Me aconsejó que no tuviera miedo, porque en ese sobre estaba la verdad, y me dijo que tenía que ser fuerte para enfrentar las circunstancias de mi vida. Todo eso me puso en agitación; no solo por lo que él me dijo, sino porque yo ya estaba inquieta con lo de lo nuestro. Fue Don Jorge quién me regaló la figura de San Juditas Taddeo que yo traje a mi oficina el día siguiente. Ese mismo día, o sea el lunes siguiente a que regresamos de Curnavaca, tu me mandaste a por un sobre amarillo que tenías en tu portafolio donde estaba no sé que información, y allí me topé con dos sobres identicos...

Fernando tragó saliva

F: Y... ¿Los abriste los dos?

L: No, abrí uno solo de los sobres y allí encontré la dichosa carta de Omar.... Ja, mira la saña del destino... Si yo hubiese encontrado lo que tu me pedías, probablemente nunca me hubiera fijado del contenido del otro sobre...

Fernando quedó boquiaberta

F: ¡No lo puedo creer! ¡Lety tu y yo encontramos el maldito instructivo el mismo día! ¿Por qué no lo encontré yo primero? No, mejor digo, ¿¡Por qué diablo te mandé a ti por ese maldito sobre!?

L: Ya mi amor, ¡no te culpes! Tu no podías saber que esa carta estaba allí...

Fernando rememoró de inmendiato el momento en que encontró la carta de Omar:

F: "¡Omar, Omar Carvajal, no sabes lo que acabo de encontrar! ¡La carta que me dejaste, imbécil, animal, la de la dichosa bolsa roja, está en un sobre amarillo!... Hermano, no te preocupes, está en su oficina trabajando. Además, ella no sabe de lo que estamos hablando... No te preocupes por eso, ¿sí? Yo guardo todo muy bien... Mira, Carvajal, ya ni digas porque estoy furioso. ¿Cómo se te ocurre, animal, dejar esto por ahí botado? Es peligrosísimo que alguien fse encontrara con las instrucciones que me dejaste"

Y finalmente Lety había encontrado esa maldita carta y, por saña del destino, el mismo día de Fernando, a pocas horas de diferencia...

F: Lety me siento una basura por todo lo que te hice... ¡Por mi culpa tu volviste a patir ese infierno que habías pasado con el mendigo de Miguel! No, que digo, ¡conmigo fue muchísimo peor! ¡Y yo tan canijo que ni cuenta me di que tu estabas moriendo por dentro!

Fernando se levantó del columpio y se acercó a donde estaba sentada Leticia, dejandose caer sobre las rodillas y abrazandose a las piernas de ella.

F: ¡Perdoname Lety! ¡!Te lo ruego mi vida, perdoname! ¡Perdoname por haberte causado tanto daño! Creeme que yo jamás hubiera querido eso... Desde el día en que Omar me habló del dichoso plan para enamorarte, yo me negaba a actuarlo porque sabía que terminaría con lastimarte ¡y eso era lo último que quería! Aunque finalmente fue lo que pasó...

Las lágrimas empezaron a caer de los ojos de Fernando. Lety sentía como él se apretaba más a sus piernas con cada lágrima que derramaba. Con muchísima ternura, ella le acarició la cabeza sobre sus cabellos y tomó su rostro entre sus manos, secandole las lágrimas con los pulgares.

L: Fernando, mi vida, no llores. Yo no puedo decirte que eres exento de culpa, pero creeme que ahora que sé que tu te enamoraste en serio de mi, me siento feliz. No niego que esa carta fue letal para mi; me destruyó, porque creí que todo lo que estaba allí escrito era verdad, pero ahora, después de todo lo que pasó entre nosotros y viendote así, mi corazón me dice que es cierto que tu me amas y yo quiero creer que no se equivoca...

Fernando tomó las manos de Lety y las besó dulcemente. Después trasladó una de sus manos en el mentón de ella y, tras acercar sus rostros, la besó en la boca.

L: No quiero que te sientas mal por eso. Ya pagaste demasiado por tus culpas... Ahora lo que quiero es que dejes de llorar; ¡Me parte el alma al verte así!

Fernando se forzó por sonreír y, tras soltarle otro beso ligero, le aclaró:

F: Eres un ángel Leticia. ¡Mi ángel de la guarda!

Lety hubo un escalofrío. Esas mismas palabras, Fernando se las había dicho la primera noche en que fueron allí; la misma noche donde ella no pudo confesarle su amor, disfrazandolo de estima.

L: Y ya que estamos hablando del tema, me gustaría aclarar algunas cosas...

F: Lo que quieres mi amor

L: Bueno, hay algo que todavía no entiendo: ¿Por qué Don Omar te dejó ese instructivo “tan detallado”? Es decir, entiendo que tenía que explicarte lo de las tarjetas y de los regalitos, pero ¿Por qué añadir algo tan detector como que nosotros habíamos estado en su departamento o que te causaba horror acostarte conmigo? ¡Incluso mencionó cifras y apodos en esa carta!

Fernando, que había retomado asiento en el columpio, se encorajinó y golpeó la cadena del mismo

F: ¡Porque es un animal!

Lety sintió que había llegado el momento de desahogarse. Depués de todo, esa carta había significado su separación de Fernando y la había condenado a noche tras noche de llanto y dolor así que había llegado la hora de aclarar todos los puntos oscuros.

L: Lo que más me dolió de todo eso, fue saber que Omar estaba enterado de nuestra intimidad, sobretodo después de que tu me juraste que él “jamás” se iba a enterar de lo nuestro. Eso sí fue un golpe mortal, porque significaba que a ti no te importaba en lo más minimo lo que había pasado cuando estuvimos “juntos”...

F: No, no mi amor ¡No te confundas! Sí, admito que es verdad que yo le conté algo a Omar de lo que pasó entre nosotros, pero fue solo porque tenía que sacarlo de mi sistema...

Lety lo miró rara así que Fernando se explicó

F: Es que cuando hice el amor contigo la primera vez, no fue como yo me lo imaginaba...

L: Claro, y me imagino aunque el porque...

F: No Lety, dejame explicarte. Yo me imaginaba, para empezar, que para ti pudiera ser la primera vez que hicieras el amor con un hombre y eso, de cierta manera, me espantaba. Tu ibas a tener tu primera experiencia conmigo... ¿Qué si resultaba horrible hacer el amor conmigo o, peor, si yo te decepcionaba con mi actitud? Era claro que tu estabas muy ilusionada con respecto a eso, y yo tenía mucho miedo de lastimarte...

L: ¿Lastimarte? ¿Y como para qué?

F: ¡Porque tu estabas enamorada de mi! Yo tenía miedo de iluionarte con mi amor falso que seguramente, tarde o temprano, te iba a doler. Creo que fue por eso que te dije que no podía hacer el amor contingo...

Lety se limitaba a escucharlo con plena atención

F: Después, cuando tu me dijiste que me entendías, y asumiste que ningún hombre soñaba acostarse con una mujer como tu, me partió el alma...

L: “Entiendo que no pueda sentir ese tipo de atracción por mi; ¡No tiene porque sentirla! A ver, ¿Por qué usted iba a ser el excepción? Y que tenemos una relación tan bella y que yo estoy tan enamorada de usted... ¡Eso no la obliga a hacer el amor conmigo Don Fernando!”

Como si no fuera bastante todo lo que Lety le había confesado, su otrora asistente añadió algo que para Fernando fue mortal:

L: “Ay Don Fernando, perdoneme por haberlo opresionado, perdoneme por lo pesada que estuve hoy, ¡Perdoneme por todo! Don Fernando, ¡Perdoneme por estar enamorada de usted!”

F: Me sentí pésimo cuando me pediste que te perdonara por estar enamorada de mi y, de alguna manera, me sentí en deber de decirte que yo también te amaba...

F: “¡No, no, no Lety usted está muy equivocada! No diga eso por favor. ¡No es lo que usted está pensando! Claro, ¡claro que yo la deseo!”

L: “Ay no, no de verdad, no. No tiene que hacerlo y menos por compasión o por compromiso”

F: “No Lety, no. No es por nada de eso”

L: “¿Entonces?”

F: “Porque la amo Lety”

Fernando le había secado una lagrima con su pulgar antes de reiterar:

F: “Lety, ¡la amo!”

F: ...después de haberte dicho que te amaba, mi deber era demostrarte que era cierto que yo también estaba enamorado de ti. Además, hacer el amor conmigo era algo que tu deseabas desde mucho; ya me había dado cuenta cuando salimos la noche previa a tu Santo...

Lety se sonrojó un poco

F: Y yo, siendo tu novio, tenía que cumplirte ese deseo. No sé como, pero me acerqué a ti y te besé y allí... no sé, fue un arranque...

L: ¿Y que pasó en ese arranque?

F: En ese arranque te hice el amor y ocurrió lo más inexplicable porque sentí que no me causaba horror hacer el amor contigo, como me vaticinaba el bruto de Carvajal, sino que lo disfrutaba a pleno. Tu manera de entregarte: tan dulce, tan tierna; total... me hizo sentir amado como nunca me había pasado con ninguna otra mujer. Esa noche confirmé que tu me amabas Lety; ¡Lo sentí con todo mi ser!

Lety sonrió enamorada

F: Lo único que deseaba en ese momento, era hacerte pasar una noche que fuera inolvidable para ti. Tu estabas tan enamorada y yo no quería decepcionarte. Sin embargo, cuando me di cuenta que esa no era tu primera experiencia, la angustia volvió a enredarme....

L: Te decepcioné ¿verdad?

F: No Lety ¿como crees? Simplemente me sorprendí... Admito que en esa epoca, yo te veía...

L: ...fea

F: ...sí. ¡Pero creeme que eso me pasó luego luego!

L: Ji, ji, ji ¡No te preocupes mi amor!

F: Como sea, cuando me di cuenta que ya no eras virgen, por un lado me sentí aliviado, porque era como que “esa responsabilidad” no me competía, pero del otro ese descubrimiento me descolocó por completo porque ahora menos sabía que hacer. Lo que me atormentaba, era la competición con ese otro... No sé porque, pero saber que otro hombre te había tenido entre sus brazos, me hizo sentir celos. Tu eras mi novia, mi chiquita, ¡y además me habías jurado que eras solo mía!

La mente de Lety regresó a la noche del Megatron:

F: "Júreme que Usted es mía, Lety"

L: "Soy toda suya, Don Fernando, se lo juro. Y lo seré por siempre"

F: ...pensar que otro hombre había posado sus manos sobre tu cuerpo ¡me hacía hervir la sangre! Así que lo que yo quería, era que conmigo sintieras algo mejor. Yo quería dejar en ti mi huella; algo que te hiciera entender que yo era el único hombre con que hubieras quierido hacer el amor por el resto de tus días...

Lety sonrió con plena autenticidad

F: ¡Ay que bruto soy! Creo que decirtelo así, hace que parezca un completo sangrón ¿verdad?

¿Sangrón? No, definitivamente Fernando no sonaba para nada sangrón sino que ya evidenciaba por ese entonces su deseo de que ella fuera suya, solo suya.

L: No, no mi amor ¡al contrario! Eso demuestra lo mucho que me querías ya en ese entonces

F: Puede ser pero después, tras saber la verdad cerca de tu primera experiencia, me sentí un completo idiota...

Fernando agachó la cabeza compungido, hasta que Lety le acarició la mano con las yemas de sus dedos para infundirle animo

L: Y... ¿luego que pasó?

F: Luego te hice el amor con todas su letras. Obviamente no quería ser bruto ni nada por el estilo, aunque porque no sabía cuanto “experta” estabas. Simplemente quería que me sintieras tuyo. Por eso actué con mucha... ternura, diría yo. Ja, imaginate, ¡Un tipo como yo actuar con ternura en un momento como eso!

Lety seguía escuchandolo, embelesada por todo lo que él le confiaba

F: Pero no sé... Contigo me salió tan espontáneo, que no me quedé a pensarlo demasiado. Esa noche fue muy especial. Sentir como te entregabas a mi por completo, hizo que yo te sintiera completamente mia y eso resultó ser algo maravilloso. Tu te entregabas con todo tu ser; me entregaste tu corazón, tu amor, todo lo que sentías por mí a través de tu cuerpo, y lo hacías de una manera tan tierna, que yo no pude otra cosa que corresponderte de igual manera. Creo que eso fue el momento en que me enamoré de ti...

El corazón de Lety empezó a later más fuerte cuando Fernando se le acercó y, tomandola por el mentón, la besó intensamente. Cuando se separó de ella, Lety le hizo la pregunta clave para aclarar el rompecabezas que había resultado ser el plan de Omar:

L: Pero si fue tan bello por ti hacer el amor conmigo, ¿Por qué Omar en su carta hablaba de hacer el horror?

F: Porque con Omar no fui... es decir, “muy detallista”. Eso porque, obviamente, no pude ni quise contarle todo. Aunque porque Omar es un degenerado sexual y no me parecía correcto que estuviera enterado de lo que pasaba entre nosotros cuando estabamos “juntitos”. No solo por ti, sino para mi también, ya que esa noche que pasé contigo me dejó muy descolocado...

L: ¿Descolocado?

F: Sí Lety. Es que cuando llegué a mi casa, yo me sentía raro... Generalmente, cuando yo me acostaba con una mujer, la excitación me duraba solo por el tiempo del acto en sí. Contigo pero fue distinto... Todas esas sensaciones que sentí cuando hice el amor contigo; esa sensación de plenitud... yo seguía sintiendolas hasta el día siguiente, antes de salir de mi casa. Te confieso que, cuando esa noche regresé a mi casa, unas horas después, pasé toda la noche sentado en el sillón de mi recámara, proyectando en mi mente una y otra vez las imágenes de lo que había pasado entre nosostros...

¿Unas horas después? Eso no le cuadraba a Lety sin embargo, algo más despertó su curiosidad cuando Fernando añadió:

F: Ja, será porque tu seguías conmigo...

L: ¿Que quieres decir con eso?

F: Que te llevé conmigo, Lety. No solo en mi mente y en mi corazón, sino también en mi cuerpo ya que olía a tu perfume ja, ja, ja.

L: ¡Ay no! Seguro te causé un lío con Doña Marcia...
F: No Lety, no te preocupes. Esa noche, entre Marcia y yo, no pasó absolutamente nada, como ya te había aclarado. Ella por supuesto lo intentó, pero no hubo manera. Lo único que yo quería, era hacer orden en mi cabeza. Lo que había pasado contigo fue algo especial; ¡demasiado especial! Te repito que con ninguna otra mujer había sentido lo que sentí estando contingo y eso me tenía inquieto. Por toda la noche no hice que preguntarme como podía mi asistente probocarme tantas cosas... Cuando me miré al espejo, la mañana siguiente, ¡te juro que tenía una sonrisa de oreja a oreja! Y eso fue gracias a ti, Leticia. Además, sentía como que ya me hacías falta y ni siquiera yo me explicaba como fuera posible, ya que era yo el que se ne negaba a hacer el amor...

Lety seguía mirandolo, moriendose se amor con cada palabra

F: La noche siguiente, cuando yo te pedí que tuvieras paciencia, y te prometí que después de la junta del comité iba a cancelar mi compromiso con Marcia, tu me pediste si eso quería decir que ibamos a formalizar nuestra relación y yo me quedé pasmado. Sé que fui un miserable a prometerte que iba a cancelar mi boda con ella, después de la dichosa junta del comite, para formalizar mi relación contigo, ¡pero creeme que eso era algo que yo deseaba hacer de verdad! Era obvio que con Marcia no estaba feliz, simplemente porque no la amaba. Sí, ella es una mujer muy guapa y atractiva, pero eso no era suficiente... Yo sentía que ella no era la mujer de mi vida y me convencí de eso cuando tu y yo volvimos a hacer el amor, la noche previa a mi supuesto viaje a Alemania. Esa noche fue magica, Lety. Te volví a sentir mia, ¡solo mia! aunque porque esa vez te entregaste aún más, de ser posible...

L: ¿Como que me entregué aún más?

F: Sí Lety. Lo que quiero decir es que no solo fuiste tierna, sino que fuiste muy pasional, sin dejar de ser dulce. Te entregaste a mi con todo tu ser ¡y creeme que lo sentí! Esa noche tuve la confirmación que era un sueño hacer el amor contigo y que no necesitaba estar con nadie más.

L: Sí, yo también te sentí más entregado... Te sentí más mio, Fernando

F: Seguramente porque los dos llegamos a ese momento con muchisimás ganas... Esa noche dejé de sentir que estaba contigo solo por la empresa y lo disfruté a rabiar. Tu eras la unica mujer que me hacía sentir así: pleno, completo. Luego, cuando me contaste la historia de Miguel, me sentí una basura. Yo quería contarte la verdad esa misma noche pero me faltó el valor... Por un lado no quería darte semejante dolor, contandote la verdad, pero, por el otro, sabía que contarte la verdad sobre el dichoso plan de Omar significaba perderte para siempre porqué tu jamás me lo ibas a perdonar...

La mirada de Lety se aguó

F: ¡Yo no podía perderte Leticia! Y no solo por la empresa, sino porque empezé a darme cuenta que sentía algo muy fuerte por ti; algo que iba más allá del simple cariño que podía sentir por ti, siendo mi asistente. Entonces preferí mantener silencio... La mañana siguiente, después de todo el lío para viajar a Alemania, Omar me recordó que ahora que él se iba de viaje, era yo el que tenía que encargarse de la “rutina de las tarjetas”. Yo no sabía si podía hacerlo... La única tarjeta que te había escrito, era la que te di esa misma mañana...

Conocer tu pasado, lejos de distanciarme, me acerca. Quiero que olvides para siempre ese pasado; que vuelvas a tener fe en ti, en tu cuerpo, en tu piel, en tu manera de amar porque me consta tu sensualidad

L: ¿Y por qué esa la escribiste tu?

Fernando rememoró de inmendiato la tarjeta que había escrito el animal de Carvajal por Lety:

“No me importa que lo digo yo, para que lo digas tu, que otro hombre sobre tu cuerpo haya posado otro aroma, sobre tu corazón se asoma. Porque yo sé que soy el mero mero, el que a ti hoy te toma. ¡Yo soy tu hombre!”

¡Porque el bruto de Omar hablaba, sin demasiado tacto, de como tu ya no eras virgen y añadía demasiadas tonterías! Pensó Fernando en sus adentros...
F: Porque quería transmitirte todo lo que yo había sentido estando contigo y eso era algo que tenía que hacer yo. Omar jamás hubiera sido capaz de expresar todo lo que yo había alcanzado haciendo el amor contigo. Lety, ¡esa noche yo tocqué el Cielo! Yo creo que esa fue definitivamente la noche más bella de mi vida... ¡Y el imbécil de Omar tuvo que arruinar todo con su maldito instructivo!

L: Pero, Fernando si tu ya habías empezado a escribir las tarjetas por tu cuenta, ¿Por qué no le dijiste a Omar que ya no lo necesitabas?

F: Porque yo no estaba seguro de poder encargarme de todo eso. Como te dije, era la primera vez que te escribía algo y me costó mucho expresar mis sentimientos, poniendolos por escrito en un papel. Por eso no se lo impedí. Y eso fue el error más grande de mi vida...

L: Hay otra cosa que no entiendo... cuando Omar regresó de Alemania, yo los escuché hablar en la sala de juntas y él te preguntó si te habías enamorado de mi...

Fernando tragó saliva

L: ¿Por qué no le confesaste que sí, te habías enamorado de mi?

F: Porque no quería que Omar se burlara de mis sentimientos. ¡Lo que sentía por ti, era era un amor tan onesto y sincero que no merecía sus burlas! Solo tuve el valor de confersarle a Omar lo que sentía por ti, el mismo día de la junta del comité...

O: ¿Fernando que te pasa? ¡Casi no te reconozco! Cuando todo esto empezó, estabamos de acuerdo que al final del juego, ¡Lety tenía que irse de Conceptos! ¿Ahora que te pasa?

F: ¿Que me pasa Carvajal? ¡Que AMO a Lety!

Omar se puso a reír

O: jajajaj Fernando ¡no juegues con mis sentimientos!

F: ¡Maldita sea Carvajal por eso no quería decirtelo! Escuchame bien, ¡yo amo a Leticia Padilla Solís con todas mis fuerzas! Ese jueguito de besarla y de hacerle el amor me hizo caer en mi propria trampa; ¡me enamoré como un loco de ella!

L: Pero yo ese día los escuché hablar y tu concordaste con él que me querías mandar lejos...

Fernando se dio cuenta que Lety había fisgoneado más de una vez detrás de las puertas, durante sus conversaciones con Carvajal...

F: Eso era para protegerte Leticia, ¡te lo juro! Aunque después le confesé a Omar que yo estaba enamorado de ti y que no quería que te fueras. Ese mismo día decidí cancelar mi boda con Marcia para quedarme contigo....

F: Pero te juro Omar, que después de esa maldita junta, ¡todo el mundo se va a enterar que Lety es la mujer de mi vida!

F: ...pero, cuando fui por ti a tu casa, esa misma noche, tu me dijiste que no querías verme jamás en tu vida y además te fuiste del país y yo estaba desesperado...

L: No Don Fernando; ¡No quiero escucharla! Ya fue bastante horroroso leer esa carta... Y aún más, ver como usted seguía paso paso esos instructivos que le había dejado su amiguito. Si usted hubiera dejado de jugar conmigo, yo podría perdonarla pero... ¡Ahora lo odio con toda mi misma! ¡No quiero ni oír su voz!

L: ¿Por eso no cancelaste tu boda con Doña Marcia?

F: No solo por eso... 

O: No no no Fernando ¡piensalo! ¿Tu crees que Marcia no va a sufrir cuando le vas a decir que quieres cancelar la boda? Es mejor que te cases y la haces feliz, aunque sea solo por un tiempo... ¡Además, eso es más conveniente para ti! Si te casas, ¡hasta tus padres podrían apoyarte! En cambio, si canceles el compromiso, ¡tus papás te van a odiar aún más! Acuerdate que para ellos, ¡Marcia es como un hija!

F:....está bien... ¡Me voy a casar con Marcia!

F: Es que me dejé convencer por el animal de Carvajal que me decía que era más conveniente que yo me casara con Marcia para asegurarme de tener a mi lado a mis papás. Ellos siempre vieron a Marcia como una hija y, hacerle semejante desplante, como cancelar mi compromiso con ella, hubiera significado perder para siempre sus apoyo. Yo sabía que ellos no me iban a perdonar el hecho de haber perdido Conceptos pero, renunciar a mi matrimonio con Marcia, hubiera significado perder para siempre la posibilidad de recuperar mi relación con ellos...

DT: Esa boda es lo más importante para mi. Tu papá y yo, la hemos esperado durante mucho tiempo. Representa la unión de nuestra familia con dos personas que amamos. ¡Es el último deseo de Susana y de Julio Villaroel convertido en realidad!


Fernando no sabía que hacer. En esa epoca estaba muy confundido. Acababa de perder para siempre el amor de su vida y ahora estaba en riesgo también la relación con sus papás...

F: ...por eso acepté el consejo de Omar.

Lety hubo un escalofrío. Si Fernando quería recuperar su relación con sus padres, eso quería decir que estaba “obligado” a casarse con Marcia...

L: Entonces, ¿Tienes que casarte con Doña Marcia?

F: ¡Claro que no mi vida! ¡Jamás haría una cosa así! Ya te dije que voy a cancelar mi compromiso con ella en cuanto la veo

L: ¿Y qué con tus papás?

F: Lety, mi amor, ¿Todavía no entiendes que eres tu la cosa más importante que tengo en la vida? Si para estar contigo tengo que renunciar al apoyo de mis papás, entonces renuncio con placer porque lo único que me importa, es que la mujer de mi vida esté a mi lado.

Lety morió de amor con semejante declaración y lo besó con el inmenso amor que sentía por él.

F: ¿Sabes? Si no fuera por el animal de Omar, nosotros nunca nos hubieramos separado y apuesto que, a estas alturas, ¡ya estubieramos casados!

L: ¿¡Qué!?

F: Sí, claro. ¿Por qué te sorprendes? ¿A poco no te gustaría ser mi esposa?

Lety estaba completamente boquiabierta

L: Ay Fernando no jueges...

F: Nada de jugar Lety. En mis planes, el día de la junta yo iba a romper mi compromiso con Marcia para empezar de cero mi historia contigo, ¡y creeme que mis intenciones eran serísimas!

L: Pero... ¡Fernando eso hubiera querido decir renunciar a Conceptos!

F: ¿Y? Con tal de estar contingo, ¡estaba dispuesto a renunciar a lo que fuera!

Lety se apabulló. Ella jamás hubiera podido imaginar que Fernando estaba dispuesto a mandar todo a volar con tal de estar con ella. ¿Y ella a cambio que hizo? Lo dejó solos en medio a sus verdugos, escapandose a Acapulco. Lety se sentía pésima...

L: Perdoname Fernando...

Fernando se quedó descolocado por semejante admisión por parte de su amada

F: No hay nada que yo tenga que perdonarte mi amor

Lety se levantó del columpio

L: Sí, ¡claro que sí! ¡Yo huí y te dejé aquí solos, en vez de quedarme a enfrentar la situación contigo!

F: Ya, ya Lety. No pasó nada... Igual estoy aún de una pieza, no te tortures con eso.

L: Es que...

Fernando también se levantó; se acercó a ella besandola dulcemente, y le susurró en el oído que estuviera tranquila, haciendola estremecer entre sus brazos.

F: Lo único que ahora me importa, es que te quede bien claro que tu eres la única mujer que yo amo y la única con quien quiero quedarme por el resto de mi vida, Leticia.

Las lágrimas empezaron a caer de los ojos de Lety debidas a la emoción. Fernando la estrechó fuerte entre sus brazos y ella recibió su abrazo con beneplácito. Los dos apagaron la sed de sus almas el uno en los labios del otro hasta que Fernando miró su reloj, percatandose de la hora que era

F: ¡Caray, se nos hizo bien tarde mi amor!

L: Si pero ha sido un retrazo que ha valido la pena. Te agradezco mucho por haberme aclarado la situación y por haberte confesado conmigo. Lo necesitaba

F: Mi vida, yo hubiera querido que las cosas hubieran ido distintas pero lo hecho, hecho está. Ahora lo importante es que estemos juntos y que no dejamos que nada ni nadie nos separe.

L: Vas a ver que así será ¡porque esta vez yo no entiendo dejarte ir!

F: Ni yo tampoco Leticia. Eres la cosa más sagrada que tengo y te juro que esta vez no la voy a regar.

Los dos se besaron una última vez antes de subirse en el coche alemán de Fernando, con la certeza que esta vez a hablar habían sido sus corazónes.

Mientras tanto, en Conceptos, las muchachas del Cuartel habían dejado boquiabiertas cuando las puertas del elevador se abrieron...


Sigue...



4 comentarios:

  1. ¡Que bueno que aclaran la relación! Espero ansiosa por más capitulos. ¡Besos desde Brasil!

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  2. ME ENCANTA LA NOVELA PERO SIEMPRE SE ESCAPA ALGUN CAPITULO.SOBRE TODO ME ENCANTA MEJOR ESTOY LOCA,NO ME LO PEDO SACAR DE LA CABEZA A FERNANDO MENDIOLA(MI FERNI)

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