Capítulo
53
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Una
decisión importante
M:
Alicia, ¡es una tontería! ¡Nunca voy a ponerme una panza postiza para engañar a
Fernando! ¡Yo tengo dignidad; no soy así!
AF:
¿Ah no? Eso quiere decir que prefieres que TU NOVIO y prometido se quede con la
garnacha ¿verdad?
M:
Mira Alicia, yo no sé ni siquiera si toda esta historia es real... O sea, veo
como Fernando mira a ella pero... ¡Ay no sé! Es que el tal Aldo parece tan
enganchado con Leticia... Lo hubieras visto en el evento; ¡la seguía como perrito
a cada paso que movía!
AF:
¿Y ella también parecía enganchada con él?
M:
No. Ella...
AF:
¿Qué? ¿Ella qué, Marcia?
M:
Ay Alicia... en el evento Fernando invitó a bailar a Leticia, un tema muy romántico
por cierto, y cuando terminó la canción, ¡casi se besan!
Alicia
desorbitó los ojos
AF:
¿¡Qué!? ¡Ay Marcia! ¡No me dirás que necesitas más pruebas para comprobar que
entre ellos hubo algo! ¿Qué quieres más que eso? ¿Cacharlos mientras hagan el
amor? Bueno aunque tratandose de la garnacha, sería más como hacer el horror...
Marcia
se puso pensativa y de inmediato le vino a la mente la tarjeta que había
encotrado en la oficina de Leticia...
“Conocer tu pasado, lejos de distanciarme de ti,
me acerca. Quiero que olvides para siempre ese pasado; que vuelvas a tener fé
en ti, en tu cuerpo, en tu piel, en tu manera de amar. Porque me consta tu
sensualidad”
M:
¡La tarjeta!
Luego
la ejecutiva pensó a lo que le había dicho Fernando con respeto a esa tarjeta:
F: “Marcia, escucha bien lo que te voy a decir...
Es cierto, hubo un periodo donde yo tuve una amante ¡pero eso ya pasó! Y desde
hace mucho... Así que puedes quedarte tranquila... ¡Ahora soy todo tuyo!”
M:
¡Claro! ¡Ahora todo está claro!
AF:
¿Qué quieres decir con eso?
M:
Es que un día encontré en la oficina de Leticia una tarjeta que supuestamente
Fernando había escrito para su amante, donde hablaba “de la sensualidad de su
cuerpo”
Alicia
quedó boquiabierta
M:
Cuando le pedí explicaciones, fue el propio Fernando que me confirmó que tuvo
una amante aunque me dijo que entre ellos todo se había acabado
AF:
¿Y eso cuando pasó?
M:
Después de que Leticia presentó su renuncia en la junta del comité...
De
repente a Marcia le cayó el veinte...
M:
¡No!
Cuando
Marcia terminó de pronunciar esa frase, se acordó de lo que pasó en los días
siguientes a la renuncia de Leticia... Mano a mano, todas las piezas del
rompecabeza tomaban forma en su mente. La tarjeta; lo que Fernando le había
confirmado; la noche en que se puso como loco y se lastimó la mano, ponendose a
gritar que odiaba a Leticia...
¿Qué
le había hecho esa mujer para llevarlo a odiarla? Una cosa era cierta, Leticia
tenía algo que ver con todo eso.
M:
Alicia, tengo que averiguar lo que pasó entre esos dos y por eso necesito de tu
ayuda
AF:
¡Cuenta conmigo por lo que sea, amiga! Pero ahora vamos a almorzar que me muero
de hambre ¿sí?
M:
Bueno está bien...
Fernando,
en tanto, había llegado al Hospital
Angeles México, y, mientras se dirigia hasta la recepción, pensaba entre
sì:
F:
Estoy seguro que esto es lo mejor... ¡Mi Lety va a estar muy feliz!
Llegado
a la recepción, habló con la recepcionista para pedirle informaciones:
F:
Buenos días, señorita. Necesitaría de una información...
En
Calle de Mimosa, Lety estaba en su cuarto, actualizando su diario numero 9:
Diario:
Me siento tan amada cuando estoy con él... ¿Como pude aunque solo dudar que él
se acostaba conmigo “por deber”? Fernando hace el amor conmigo porque quiere y
cada vez que estamos juntos me lo demuestra con cada beso que me da; con cada
caricia que me hace; con cada gesto... Como anoche... él fue tan dulce conmigo,
¡tan delicado! Me acaricia de una manera tan sutil que hace que toda mi piel se
erize con el solo contacto con sus dedos... ¡Ay Diosito gracias! Gracias por
ponerlo en mi camino porque es gracias a la sonrisa de Fernando que mi vida
cobró sentido. Desde que él apareció en mi vida, despertó mi ilusión; mi
esperanza; mi fe en el amor... Y aunque me haya hecho sufrir, doy gracias a
Dios por tener a mi lado un hombre tan maravilloso como Fernando Mendiola.
De
repente su papá interrumpió sus pensamientos
D.E:
¡Lety! ¡Baja que ya está listo el almuerzo!
L:
¡Sí papacito, ahorita bajo!
Lety
cerró su diario, olió por última vez la chaqueta de Fernando y descendió a
almorzar.
En
el hospital:
R:
Sería mejor que vinieran los dos juntos así de acelerar las prácticas
F:
Entiendo... ¿Y cuando debemos venir?
R:
Eso lo deciden ustedes. Solo acuerdese que tiene que ser máximo ocho días antes
de...
F:
Sí, sí, sí eso ya lo sé. ¿Así que no hay problemas por el día?
R:
No Señor Mendiola, pueden venir cuando quieren
F:
Bueno le agradezco mucho por la paciencia, señorita
R:
No hay de qué. Hasta luego Señor y ¡felicidades!
Fernando
sonrió
F:
Gracias
Mientras
tanto, en casa de Carolina...
C:
¿Qué crees que pasó anoche, entre Lety y Fer?
E:
No sé... Pero, como Fer no me ha vuelto a llamar, me imagino que todo salió
como lo había planeado
C:
¡Pero Marcia se fue con él a su casa!
E:
Sí, pero no creo que pasaron la noche juntos... Estoy seguro de que Fer pasó la
noche con su amada
C:
¿Y tú como sabes eso?
E:
Porque veo cuanto Fernando ama a Lety y sé que por nada del mundo despreciaría
una noche con ella para estar con Marcia
C:
Eduardo, dime una cosa, ¿Desde cuanto tú estás enterado de que Fernando ama a
Lety?
E:
¡Uy desde muchísimo!
C:
¿¡Como que desde muchísimo!? ¿O sea que lo sabes desde antes que yo?
E:
Bueno depende... ¿Tú cuando te enteraste?
C:
Bueno yo los caché besandose en la oficina de Lety, algunos días antes de la
famosa junta del comité...
E:
Uy entonces creo que yo lo sé desde más tiempo que tú, Caro. Yo me enteré de
que entre ellos había algo, el día del cumpleaños de Lety. Ella se veía tan
enamorada y tan contenta cuando hablaba de “su novio”... Al inicio pensé que de
veras su novio era el tal Tomás Mora pero, cuando vi como Lety miraba a Fer, no
me quedó la más minima duda
C:
Sí, ella ya lo amaba en ese entonces... ¿Y Fernando? ¿Cuándo te enteraste de
que él ama a Lety?
E:
Eso empezé a sospecharlo el mismo día, lo del cumpleaños de Lety, aunque todavía
el sentimiento de él no era fuerte como lo es ahora. Pero, según lo que me contó
el propio Fernando, él se enamoró de Lety cuando hizo el amor con ella la
primera vez
C:
Sí, Lety también me dijo que sintió que Fer la amaba, esa noche. Dijo que fue
una noche mágica
E:
Je je je
C:
¿De qué te ríes ahora?
E:
Nada, es que Fer usó la misma palabra con respeto a esa noche: mágica
C:
Ahww... Qué raro se me hace ver a Fernando tan enamorado... Nunca pensé que eso
podía pasar ya que él y Omar son dos mujeriegos ja ja ja
E:
Sí, eso es cierto, pero el verdadero amor hace cambiar a cualquier persona...
Bueno, casi a todos. No creo que Omar Carvajal pueda dejar de ser mujeriego je
je je
C:
Sí...
De
repente Carolina entristeció
E:
¿Qué te pasa, Caro?
C:
Nada...
Eduardo
entendió que algo no le había causado gracia a su amiga así que, para
levantarle el humor, la invitó a almorzar
Fernando,
en tanto, estaba dandose una vuelta por el centro de la ciudad, en busca de un
regalito para su Lety, cuando su celular empezó a sonar
F:
¿Bueno?
O:
¡Hermano, soy yo!
F:
¡Hola Carvajal! ¿A qué se debe el honor de esta llamada?
O:
¿No te imaginas? Te llamo para saber que pasó con Castro
F:
Ah por eso... Es una larga historia; ¿Qué te parece si te invito a almorzar así
te cuento?
O:
¡Perfecto! Mira yo estoy cerca del Le Noir así que, si quieres, podemos vernos
ahí.
F:
¡Perfecto! Yo también estoy cerca así que nos vemos en 15 mintuos
O:
Bueno. ¡Hasta luego hermano!
En
tanto, Carolina y Eduardo también habían escogido el Le Noir como lugar donde
almorzar...
E:
Te voy a hacer probar unos mariscos al vino blanco que estoy seguro te van a
encantar
C.
Ajá...
Carolina
no le prestaba mucha atención puesto que seguía triste
E:
Caro, ¿qué te pasa? ¡Y no me digas que no es nada porque te conozco! ¿Acaso te
ofendiste por lo que dije de Omar?
C:
¡No! ¿Qué tiene que ver Omar?
E:
No sé, dime tú... Como que cambiaste de humor cuando lo mencioné...
C:
Es que...
De
repente Carolina miró hacia la puerta de entrada del restaurante y desorbitó
los ojos: ¡Omar Carvajal acababa de entrar en el local!
Cuando
Eduardo vio la cara que puso Carolina, se volteó hacia donde ella miraba y
avistó a Omar
E:
Mira... Se habla del diablo...
Carolina
se puso roja como tomate así que Lalo entendió de inmediato que su amiga no era
del todo indiferente hacia Omar...
E:
¿Quieres que lo invitemos a almorzar con nosotros?
C:
No. Seguro está esperando a una de sus “amiguitas”
La
mirada de Carolina se aguó
C:
Perdoname Eduardo, tengo que ir un momento al baño...
Unos
minutos después, en el restaurante apareció también Fernando y, tras abrazar a
Omar, se dirigió con su cuate hacia una mesa que les había reservado el mesero.
Cuando estaban por sentarse, Fernando oyó una voz que lo llamaba
F:
¡Lalito! ¡Qué gusto verte aquí! ¿Por qué no te sientas con nosotros?
E:
Me gustaría, Fer, pero vine acompañado...
F:
Ah, claro; me imagino que viniste con tu amiga, la que te dio hospitalidad esta
noche, ¿verdad?
E:
Así es. Pero, si quieren, se pueden sentar ustedes con nosotros.
F:
No Lalito, no querríamos molestar...
E:
No es ninguna molestia, Fer. Además estoy seguro que a Caro le va a encantar
tenerlos a la mesa con nosotros
El
solo oír el nombre de Carolina, despertó la atención de Omar
O:
¿Caro? ¿No será Carolina Ángeles, verdad Lalito?
E:
Ella mera, Omarcito
Omar
brincó de pie
O:
¡Pues claro que aceptamos! ¡Vamonos Fernando!
Fernando
y Lalo se quedaron mirandolo por un rato
F:
¿Qué le pasa ahora?
E:
A lo mejor se muere por las ganas de ver a Carolina...
F:
Claro, enfermo como está seguro ya le hacen falta las mujeres
Finalmente
los tres hombres se sentaron a la mesa, donde originariamente estaban solo
Eduardo y Carolina, y se pusieron a hablar.
Cuando
Carolina salió del baño y vio quién estaba sentado a su mesa, las piernas les
empezaron a temblar. Para no delatarse, impuso a si misma de sonreír y hacer
como si nada a pesar de que Omar, el hombre que ella amaba secretamente desde
mucho tiempo, estaba sentado a su misma mesa. Muy despacio se acercó a los tres
hombres y saludó muy amablemente a Fernando con un beso en el cachete. Cuando
se volteó para saludar a Omar, el ex videpresidente no le dejó ni tiempo de
hablar puesto que le tomó la mano derecha mientras que le puso la izquiera en
la espalda y, acercando su cara a la suya, la besó en el cachete
Carolina
sintió un escalofrío correrle por toda la espalda cuando Omar la besó
O:
¡Caro! ¡Caro, hermosa! ¿Como estás?
C:
Bi... bien, Omar. Gracias
F:
Llegaste justo a tiempo Caro. Estaba por contarles que pasó anoche con Cristian
Castro
C:
Ah, muy bien. Cuentanos también que pasó con...
Antes
de que Carolina terminara la frase, Fernando desorbitó los ojos y desblancó en
la cara así que la publirrelacionista entendió de inmediato que era mejor
callarse
O:
¿Con quién?
E:
Pues con... ¡con Marcia! ¿Con quién más?
O:
¡No! No me digas que la Marcianita llegó al evento...
F:
Así es, Caravajal
O:
Claro, ¡la Marcianita y sus paranoias! ¿Y qué pasó?
F:
Pues logramos hablar con Castro y....
O:
¡No Fernandito! ¡Me refería a qué pasó con la Marcianita!
F:
Ah pues... nada en especial... Me la topé en el evento y estuvo pegada a mi
como lapa por toda la noche
O:
Ay Marcianita... ¿Y como te escapaste?
F:
¿Acaso no oíste que estuvo pegada a mi TODA LA NOCHE? ¿¡Como podía escaparme!?
O:
¿Entonces?
F:
Entonces nada, ella quiso venir a mi casa y tuve que aconsentir para que no le
diera otro ataque de paranoia
Carolina
se puso a reír
F:
Lo bueno es que no estuvo mucho y se fue después de unos minutos...
O:
Y me imagino que después te escapaste donde tu gargolita...
F:
¡Omar! La próxima vez que llamas a Leticia de esa manera, ¡te juro que te mato!
O:
Ok, ok ¡Perdón! Además me olvidaba que ella ahora ni te pela ya que está con el
güerito eso de Acapulco...
Fernando
estaba por tener un ataque de rabia, debido al hecho que no soportaba ni sentir
nombrar al güerito sonriente así que Eduardo trató de aligerar la situación
E:
Señores, ¿por qué no nos concentramos en lo que pasó con Cristian Castro?
C:
Sí, mejor cuentanos que pasó con él, Fernando
F:
Bueno. Lo que pasó es que el propio Cristian aceptó hacer el primero de sus
videoclip con nosotros
C:
¡Que bueno! ¿Y como lo lograron?
F:
Pues... Seguro me tomó en simpatía je je je no, era broma. Lo que pasa es que
logramos hablar con él, tanto yo como Lety, y se ve que entre los dos logramos
convencerlo que Conceptos es una óptima casa productora
E:
Bueno Fernando, ¡me felicito contigo!
F:
Gracias, Lalo
O:
¿Y tú, Caro? ¿En qué estás trabajando ahora?
C:
¿Yo? Pues recién regreso de Acapulco, donde me ocupé, junto con Lety, del certamen
de Nuestra Belleza Latina...
O:
¿Con Lety? O sea que la gargol...
F:
¡¡Carvajal!! ¡Lety! ¡Se llama Lety! ¿Tanto te cuesta llamarla con su nombre?
O:
¡Ay que latoso eres, Fernando! Está bien, Lety. Te decía, Caro... ¿Eso quiere
decir que “Lety” estuvo contigo en Acapulco?
C:
Así es
O:
¡Claro! ¡Ahí fue donde conoció al güerito ese sonriente! ¿Y tú lo conoces,
Caro?
C:
¿A Aldo? ¡Pues claro! Con Aldo somos amigos desde muchísimo tiempo...
Fernando
hizo una mueca
F:
Gne gne gne
Omar,
a su vez, puso una cara bastante perpleja. Sin embargo preferió cambiar de
discurso ya que el güerito tampoco era Santo de su devoción
O:
Bueno ¿Y ahora de qué te ocupes?
C:
Ahora estoy organizando un evento por un desfile de moda de Retro Mode
F:
¿Retro Mode? ¿No es la casa de moda que se ocupa de atuendos años ’40 y ’50?
C:
Esa mera
O:
Me imagino los mujeron que estarán en ese evento grrr
Carolina
suspiró
F:
¡Omar!
O:
¿¡Qué!?
F:
Dejalo...
E:
¿Qué le parece si vamos a ordenar?
F:
¡Me parece perfecto!
Durante
todo el almuerzo, Carolina no pudo evitar de lanzar cualquier que otra mirada a
Omar así que Eduardo confirmó su parecer: Carolina estaba enamorada de Omar.
Terminado
el almuerzo, Don Erasmo informó Lety que la Tía Rosita Solís cumplía 90 años y
que para la ocasión, quería festejar su cumpleaños con todo el parentado...
D.E:
Su cumpleaños es mañana y nos pidió que estaríamos presentes nosotros también
L:
Si se trata solo de un día, para mi no hay problema, papito
D.J:
Claro que sí m’hijita. Mañana mismo en la noche regresamos a México. Ya sabes
que a tu papá no le gusta estar demasiado tiempo lejos de su casa ji ji ji
L:
ji ji ji bueno entonces está bien. Si me permiten, ahora voy a ordenar un poco
mi cuarto que está hecho un desastre. ¡Nos vemos luego!
Lety
salió en su cuarto y se puso a ordenar cuando que se topó con la caja donde había
guardado los recuerdos de Fernando. Instintivamente tomó el peluche con forma
de jirafa y lo acarició. Ese era el regalo que Fernando le había obsequiado por
su cumpleaños. De repente le vino a la mente que el cumpleaños de Fernando
estaba bastante cerca así que tomó un calendario y checó la fecha
L:
¡Híjole falta realmente poco para su cumpleaños! ¿Qué le voy a regalar? Tengo
que pensar a algo muy especial... Fernando se merece algo que venga de mi corazón
y voy a empeñarme para hacerle pasar un día inolvidable, como fue el día de mi último
cumpleaños...
En
tanto, el almuerzo en el Le Noir había terminado así que, antes de irse cada
quién por su cuenta, Fernando le pidió a Eduardo si tenía algo que hacer con
Carolina ya que tenía que hablar con él de un asunto muy importante. Eduardo
miró a su amiga y se le ocurrió una idea
E:
No Fer, no tengo nada en especial que hacer pero yo vine con Caro y si me voy
contigo, ella se queda sola.
C:
Para mi no hay problema, Lalo. Es más, estoy acostumbrada a ir sola a donde sea
Eduardo
miró hacia Omar...
E:
Omar, ¿Por qué no la acompañes tú?
La
publirrelacionista fulminó a Eduardo con la mirada
O:
¡Claro, con mucho gusto!
Carolina
desorbitó los ojos
F:
Bueno, entonces nosotros nos vamos. Ah Omar, ¡portate bien!
O:
¡Ay ni que fuera niño chiquito, Fernando!
Fernando
y Eduardo se fueron. Omar miró Carolina y le propuso de dar una vuelta, ya que
la jornada estaba demasiado linda para encerrarse en casa.
O:
¿Qué te parece si nos damos una vueltita?
C:
¿Una vuelta? ¿Y como adonde?
O:
No sé... veremos donde nos llevas el coche
Omar
guiñó el ojo a Carolina que se sonrojó
C:
Está bien...
Los
dos subieron en el coche y Omar arrancó rumbo un lugar que para él era muy
especial...
Mientras
tanto, Aldo seguía pensando en Leticia mientras pintaba un cuadro
A:
Ay Leticia... ¿Cómo le hago para convencerte a olvidarte de Mendiola? Lo único
que podría alejarla de esa empresa, es que la misma se rematara pero... ¡Claro!
Si le propongo el proyecto de Turismo Gastronomico a la concorrencia, a lo
mejor ellos no logran llegar a pagar la deuda! Aunque eso sería una
canallada... Tengo que pensarlo bien...
Aldo
se puso a mirar su cuadro y sonrió
A:
Estoy seguro que a mi Leticia le va a encantar...
En
tanto, en casa de Fernando, el mismo le contó a Eduardo cual era su plan.
Después de haberlo escuchado con atención, y tras recuperarse del estado de
shock en que había quedado, Lalo le preguntó si estaba seguro de querer actuar
de esa manera
E:
Fernando... ¿Estás completamente seguro de que eso es lo que quieres
F:
¡Claro que sí, brother! ¡No te lo estaría contando si no estubiera absolutamente
seguro de lo que quiero hacer!
E:
¿Y con Marcia?
F:
Marcia tiene que resignarse a que me perdió desde muchísimo tiempo...
E:
Desde que te enamoraste de Lety, ¿cierto?
F:
No Lalo. Yo creo que mi amor por Marcia se terminó mucho antes que Lety
ingresara en mi vida... Leticia no desbancó a Marcia; no ocupó su lugar...
E:
¿Entonces por qué seguiste con Marcia todo este tiempo?
F:
No sé... no sé Lalo. Quizás por costumbre o porque era algo que querían mis
padres...
E:
¿Y como es que aún no temrines con ella?
F:
Porque es algo que Lety me pidió. Según ella, todavía no es prudente que yo termine
mi relación con Marcia
E:
¿Y eso para qué?
F:
Porque Lety cree que podría haber repercusiones sobre la empresa y eso es algo
que ella no quiere. Y la entiendo ¿sabes? Ahora que es la Presidenta, Lety
tiene muchísimas responsabilidades y es obvio que no quiera fracasar, por eso
respeto su voluntad
E:
¿Entonces por qué quieres hacer eso que me contaste?
F:
Porque a mi, lo único que me importa es Leticia. Sé que la hice sufrir mucho así
que ahora quiero hacer algo que la haga feliz...
E:
¡Sí, pero esa que acabes de tomar es una decisión muy importante, Fernando! ¡Y
además es algo que puede tener consecuencias muy serias! ¡Piensalo bien! Sé que
estás enamorado de Lety; me doy cuenta que mueres por ella por como la mires y
por como tu aura se ve cuando estás junto a ella, pero piensa también a las
otras personas que podrían sufrir por tu decisión...
F:
Lalo, te agradezco mucho que te preocupes por mi, pero creeme que estoy seguro
al cien por ciento de lo que quiero hacer. ¡Además ya empezé los procedimientos
así que no puedo pararme; no a este punto! Lalo, ¡Lety se merece que yo la ame
por toda la vida y yo quiero amarla todos los días de mi vida! Quiero que ella sea
mi compañera; mi amante; mi esposa; mi mujer; la madre de mis hijos... Quiero
envejecer con ella y pasar con ella cada segundo de mi vida... ¡Pero sobretodo
quiero que sea feliz! ¡Ay Lalo la amo tanto! Creeme que solo me importa su
felicidad y sé que ella va a estar muy feliz con esto... Claro, si no me mata
primero por no haberla consultada je je je
Eduardo
sonrió
E:
¡Seguro le vas a dar una sorpresota! Je je je
F:
Sí... ¡Espero que todo salga como lo planeo!
E:
Estoy seguro que sí, Fer
F:
¿Eso quiere decir que vas a ayudar con mi plan? Para mi sería muy importante
contar con tu apoyo, hermano, ya que por el momento no puedo contarlo a
nadie...
E:
¡Claro que sí hermano! Eso va a ser muy divertido así que cuenta conmigo para
lo que sea
Sigue...
¿Qué sorpresa sera? No se demore para publicar, por favor. Besos desde Brasil :*
ResponderBorrarcontinua ansiosa para tal surpresa do fe para lety por favor nao demora para postar o proximo capitulo ansiosamente do brasil
ResponderBorrarabajo esa falda
ResponderBorrar